Hepper es apoyado por sus lectores. Cuando compras productos por medio de enlaces en nuestro sitio, nosostros podríamos obtener una comisión por afiliación sin costo extra para ti. Más información aquí.

6 razones por las que tu perro no quiere pasear (¡y qué hacer!)

Nicole Cosgrove Profile Picture

By Nicole Cosgrove

dog won't move

¿Alguna vez has ido de paseo con tu perro y, de repente, ha dejado de moverse? ¿Y por mucho que le ruegues y le supliques, no cede?

Esto es bastante frecuente entre los perros, y hay muchas razones diferentes para ello. A veces, puedes atribuirlo a la rebeldía. Otras veces, pueden ser por motivos algo más siniestros.

Para corregir esta situación y conseguir que tu cachorro vuelva a moverse, tienes que comprender las causas de este comportamiento. Aquí tienes seis razones diferentes por las que tu perro no quiere pasear y cómo hacer que vuelva a moverse!

Divider 1

Las 6 razones por las que tu perro no quiere pasear:

1. Miedo

Cachorro asustado escondido debajo de un mueble.
foto por: evgengerasimovich, Shutterstock

Al igual que nosotros, el miedo puede parar en seco a tu perro. Si tu cachorro tiene miedo a cualquier influencia exterior (ya sean automóviles, estar fuera de casa u otros perros y personas), es posible que no quiera continuar con su paseo. De hecho, puede que se conformen con encontrar un cómodo trozo de acera y quedarse allí sentados. Pero el miedo, sin embargo, puede superarse.

Para conseguir que tu cachorro venza sanamente su miedo, vas a querer moverte despacio y a un ritmo cómodo para él. El primer obstáculo importante es aclimatar a tu mascota a lo que le produce miedo. Por ejemplo, si tu perro parece paralizarse cuando hay mucho tránsito de personas, intenta sacarlo a pasear fuera de las horas punta.

Con este tema, vas a querer utilizar un fuerte refuerzo positivo. Cuando tu compañero canino empiece a realizar cualquier comportamiento que pueda ser indicativo de que quiere salir a pasear, dale apoyo positivo (o incluso una golosina) y desarrolla ese comportamiento. ¡Pronto tu perro te pedirá salir!


2. Poca familiaridad con la correa

Cachorrito de orejas grandes con un arnés puesto.
foto por: Mylene2401, Pixabay

A veces, los cachorros dejan de pasear porque no les gusta la restricción que conlleva la correa. Con leyes sobre correas ampliamente aplicadas en todo el mundo, éste es un obstáculo importante que superar para algunos propietarios.

Esto puede ser especialmente cierto con los cachorros nuevos. Los cachorros nuevos pueden no adaptarse inmediatamente a la correa y sentirse limitados o deprimidos cuando llevan el arnés. Sin embargo, la clave para superarlo es la persistencia.

Tu perro sólo tiene que acostumbrarse a la sensación y a las limitaciones que implican llevar la correa. Además, mientras la correa te quede cómoda y ajustada, no tendrás que estar cambiando su longitud constantemente. Esto se debe a que quieres que tu perro encuentre cierta estabilidad cuando lleve la correa. Si cambias continuamente de aparejos o longitudes, puedes sobrecargar a un cachorro ya de por sí inquieto.

Y aunque los cachorros son los más propensos a resistirse rotundamente al adiestramiento con correa, también son los más fáciles de moldear. Los cachorros se adaptarán mucho más rápido que los perros adultos, como sabemos por el adagio de que “no se pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo”.


3. Territorio inexplorado

Perro sobre un bordillo de cemento mirando al mar.
foto por: Maxxja, Pixabay

¿Te has encontrado alguna vez entrando en un lugar desconocido y has necesitado tiempo para detenerte y orientarte? Puede ocurrir exactamente lo mismo con tu perro si entras en un entorno nuevo.

Pueden sentarse y observar su entorno antes de decidir si es seguro o no que continúen. Cuando esto ocurre, lo peor que puedes hacer es tirar de ellos. Al hacerlo, puedes convertir fácilmente un sentimiento de cautela en uno de miedo. Y eso es un problema mucho mayor.

En lugar de eso, la mejor opción puede ser simplemente esperar a que pase. Deja que tu perro asimile plenamente todas las vistas, sonidos y olores nuevos. Es muy probable que se estén preparando para un momento ajetreado lleno de exploración y marcaje del territorio.


4. Correa y arnés incómodos

Dos perros resistiéndose a las correas.
foto por: pasja1000, Pixabay

¿Caminarías una milla con unos zapatos que te duelen y te cortan los pies? ¡No! Por tanto, no puedes esperar que tu cachorro haga lo mismo. Si la correa le resulta incómoda, tu perro no disfrutará saliendo de paseo.

Pero, ¿cómo puedes saber si su correa es incómoda?

¿Les ves rascarse excesivamente en las zonas donde llevan correa o arnés? ¿Muerden y atacan constantemente a la propia correa? Si es así, probablemente tengas un problema con la correa.

Evita este problema buscando una correa, arnés y collar más ligeros para tu cachorro. Si no se dan cuenta de que llevan uno, es una buena señal. Los arneses para perros transpirables y que no tiran de ellos son opciones excelentes.

Aléjate de los collares antiguos, como los de estrangulamiento, pinza o choque. Además de ser una barbaridad, no enseñan ni controlan adecuadamente a tu cachorro. Esos tipos de collares pueden causar graves daños físicos a tu perro y deben evitarse a toda costa.


5. Dolor oculto

Perro pequeño con un jersey y una correa atada a él.
foto por: Trevor M, Pixabay

A veces, es posible que tu cachorro no camine debido a dolores que pueda estar experimentando. A menudo, es algo tan simple como una piedra o una astilla enganchada en la almohadilla del pie. Eso arruinará el humor de cualquier perro y hará que no quiera pasear. Una extracción rápida y un masaje probablemente les levantará el ánimo y les pondrá de nuevo en movimiento.

Sin embargo, si ves que tu cachorro tiene dolor visible o cojea, tendrás que hacer que lo revisen. Tu cachorro puede estar experimentando dolor ortopédico o artrítico. Esta situación es mucho más frecuente en perros mayores, pero eso no significa que no pueda ocurrirles también a los cachorros.

Asegúrate de llevar a tu perro al veterinario para que lo analice detenidamente.


6. No está preparado para salir

Perro de color naranja con un arnés y correa roja.
foto por: Pixamio, Pixabay

Por último, siempre existe la posibilidad de que tu perro haya dejado de pasear porque está disfrutando dónde está. Este es el mejor tipo de “problema”. Significa que a tu perro no le pasa nada en absoluto, y que simplemente está viviendo su mejor vida.

Sin embargo, esto puede ser relativamente inoportuno para nosotros. Afortunadamente, hay una forma de entrenar a tu cachorro para que abandone este hábito, y es no mostrando ninguna reacción.

Por ejemplo, supongamos que estás en el parque y es hora de volver a casa, y tu viejo perro no quiere irse porque se lo está pasando en grande con sus nuevos amigos. Deberías llamarle como lo harías normalmente. Sé firme pero cariñoso, y si se niega, espera.

No intentes arrastrarles ni volver a llamarles. Esto podría reforzar su obstinación. En lugar de eso, mantén la calma o frota una golosina dentro de tu mano. Mostrándoles astutamente que eres el jefe, acabarán por entrar en razón.

Divider 3

Conclusión

Hay varias razones por las que tu cachorro puede dejar de pasear. Y normalmente, hay una buena razón para ello. Si no se detienen por ninguna de las razones anteriores, puede que tu cachorro simplemente esté alterado y necesite un momento para recuperarse.

En cualquier caso, arrastrarlos nunca es la solución. El apoyo y el refuerzo positivo ayudan mucho en el adiestramiento con correa y en los paseos con tu fiel amigo.


Destacado foto por: Nikita Vishneveckiy, Shutterstock

Artículos relacionados

Otras lecturas

Artículos veterinarios

Respuestas populares de veterinarios

Las últimas respuestas de los veterinarios a las preguntas de nuestra base de datos.