¿Por qué mi cachorro bebe tanta agua? (Veterinario responde)

Puede haber varias razones por las que un cachorro parezca beber más agua de lo normal. La primera razón es la más común: a medida que los cachorros maduran, también lo hacen sus órganos. Los cachorros nacen con riñones que se vuelven plenamente funcionales con la edad. Hasta aproximadamente las 11-16 semanas de edad, los riñones de un cachorro no pueden concentrar la orina. Esto significa que todo lo que beben, lo orinan, y puede ser más difícil mantenerse hidratado.

Nunca recomendamos privar de agua a un animal joven por este matiz. Por eso también puede ser difícil adiestrar completamente a un cachorro antes de las 16 semanas de edad. A medida que envejecen, los riñones de los cachorros concentran mejor la orina; por tanto, cuando beben agua, los riñones retienen esa agua y la distribuyen por el cuerpo. Una función renal adecuada permite a los perros (y a nosotros) beber agua unas cuantas veces al día y no quedarse deshidratados.

¿Cuál es una ingesta normal de agua?

La ingesta normal de agua es aproximadamente entre 40 y 70 mililitros de agua por kilogramo de peso corporal al día (40-70 ml/kg/día).

Se considera ingesta excesiva de agua si el cachorro o perro bebe más de 100 ml/kg/día, o sea, si duplica los niveles normales de ingesta.

Si tu cachorro tiene más de 16 semanas y no puede retener la orina durante la noche o aproximadamente más de 6 horas, entonces empezamos a preocuparnos de que pueda haber un problema metabólico causante del exceso de bebida.

Recomendamos calcular la ingesta de agua durante 3-5 días y hacer una media para determinar cuánto bebe el cachorro. Si el cachorro realmente bebe demasiada agua (100 ml/kg/día) y tiene problemas con el control de esfínteres, es hora de ponerse en contacto con tu veterinario.

No querrás que tu cachorro beba agua en exceso.

Problemas por beber demasiada agua

Las enfermedades metabólicas que pueden causar beber demasiado y, como consecuencia, orinar en exceso, como la polidipsia o la poliuria en cachorros jóvenes, son raras. Las causas más frecuentes, aunque raras, son la enfermedad renal congénita o familiar, la enfermedad hepática, la diabetes insípida juvenil, la diabetes mellitus juvenil (que se da en menos del 1,5 % de los diabéticos), el hiperadrenocorticismo o hipoadrenocorticismo juvenil y el hiperparatiroidismo juvenil.

También existe el diagnóstico de polidipsia psicógena. Se trata de un problema de comportamiento. Es más bien un diagnóstico de exclusión, lo que significa que descartamos todas las causas metabólicas. Curiosamente, lo probamos hospitalizando al cachorro, reteniendo cuidadosamente el agua y probando si el perro puede concentrar su orina. Luego hablamos de las modificaciones del comportamiento para ayudar a controlarlo.

Ten en cuenta la dieta de tu cachorro

Una última cosa a tener en cuenta es lo que come el cachorro. ¿Se trata de una dieta casera, de boutique o de una dieta convencional probada por la AAFCO? Las dietas caseras, novedosas y de boutique pueden no estar formuladas adecuadamente y contener demasiado sodio, lo que provocaría un aumento del consumo de agua. Los premios como las cortezas o pieles crudas y las orejas de cerdo y otras golosinas deshidratadas pueden impulsar el consumo de agua.

Las dietas de comida húmeda contienen un 70 % de agua. Si un propietario compara la ingesta de agua de un cachorro alimentado con pienso seco frente a la de un cachorro alimentado con pienso húmedo, el cachorro alimentado con pienso seco beberá sin duda más agua.

Consigue ayuda cuando la necesites

Si parece que tu cachorro bebe demasiada agua o tiene dificultades para hacer sus necesidades, no le niegues el agua. La privación de agua puede ser extremadamente peligrosa para un cachorro si un proceso patológico subyacente le está provocando un consumo excesivo. Calcula una ingesta media de agua durante 3-5 días y ponte en contacto con tu veterinario para que te oriente.

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