¿Cómo evitar que los perros persigan coches? 6 métodos efectivos y sencillos
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A veces, los perros pueden ser molestos, como cuando ladran a los vecinos o nos babean la cara. Pero ciertos comportamientos pueden ser muy peligrosos, y perseguir coches probablemente encabeza la lista
No sólo podría resultar atropellado, sino que también podría perderse una vez terminada la persecución, por lo que es muy importante evitar este comportamiento a toda costa.
Por supuesto que es más fácil decirlo que hacerlo. Si batallas con este problema, los consejos que te brindamos a continuación te ayudarán a corregir este comportamiento de una vez por todas.
Las 6 formas de evitar que los perros persigan coches
1. Mejor prevenir que curar
La forma más sencilla de evitarlo es no darle la oportunidad de hacerlo. Ponle la correa siempre que haya coches cerca. De esta manera, te aseguras de que no corra detrás de nada, ya sea un coche o un gato callejero, y podrás estar tranquilo.
Es importante enseñarle a ignorar y dejar de lado sus instintos naturales, aunque es difícil y no garantiza el éxito. Si lo mantienes contenido, no le estás pidiendo que haga algo imposible y le estás quitando la responsabilidad de perseguir coches, lo que aumentará significativamente las posibilidades de éxito.
2. Redirige su atención
Distráelo con algo más divertido, como una golosina, un juguete o un juego que le guste mucho. La idea es proporcionarle una fuente de entretenimiento alternativa que le resulte más atractiva. De este modo, elegirá de forma natural la opción más entretenida y segura.
Si haces esto con frecuencia, es posible que tu perro empiece a buscar esa fuente alternativa cada vez que pase un coche. Si lo logras, tendrás muchas más posibilidades de acabar con el hábito por completo.
3. Hazle saber que no es divertido
Si lo llamas a los gritos o lo persigues, pensará que estás jugando con él. En su mente, ambos se están divirtiendo persiguiendo al coche, lo cual no es bueno. Expresa tu descontento y hazle saber que no se trata de un juego.
Cuando lo llames, utiliza un tono firme pero no agresivo. Nada lo motivará a volver si cree que lo vas a castigar. Si lo llamas de cierta manera cuando estás enojado, evita hacerlo en esta ocasión.
No lo castigues ni lo regañes cuando vuelva, sino elógialo con calma. Pero no seas demasiado efusivo o pensará que es un juego.
Además, asegúrate de que sepa que será premiado por haber vuelto y no por haber perseguido el coche. Cuando lo hagas, repite alguna orden para que lo asocie.
4. Enséñale órdenes de retirada
Es fundamental que tu perro sepa responder a las órdenes para que no persiga coches. Y para eso debes enseñarle.
Las órdenes como “ven” son útiles para evitar que persigan vehículos. Para enseñarle, toma distancia, llama su atención con un juguete o golosina que le guste y pídele que se acerque. Cuando corra hacia ti, recompénsalo y repite la orden.
A medida que progreses, aumenta la distancia gradualmente y añade distracciones. Asegúrate de utilizar recompensas de gran valor para que correr hacia ti sea más atractivo que cualquier otra cosa.
Otra orden útil es “déjalo”. Para enseñarle, coloca una golosina en el suelo y cuando tu perro se acerque a ella, ponte en su camino y dile “déjalo” con una voz firme. Cuando se aleje, dale otra golosina diferente como recompensa: utiliza distintos premios para que comprenda que no debe tomar la golosina. Con el tiempo, tu perro debería obedecer.
5. Quemar el exceso de energía
Algunos perros persiguen coches porque desbordan energía. Si este es el caso de tu perro, ayúdalo a liberar ese exceso de energía.
Por ejemplo, si esperas visitas, juega con él o llévalo a dar un largo paseo para que se canse. Así, será menos probable que corra detrás de los coches cuando se vayan.
Si no funciona, al menos le proporcionas el ejercicio que necesita y fortaleces el vínculo con él.
6. Como último recurso, consulta a un especialista en comportamiento
Si todo lo demás falla, tu perro puede tener problemas emocionales o de comportamiento arraigados que lo lleven a perseguir coches. En este caso, los métodos convencionales no funcionarán: necesitarás la ayuda de un profesional.
Un especialista en comportamiento cualificado puede evaluar a tu perro para determinar la raíz del problema y elaborar un plan de tratamiento adaptado a sus necesidades específicas, que puede incluir medicación si la ansiedad es una causa subyacente.
A veces, factores ambientales pueden contribuir al mal comportamiento. En este caso, el profesional revisará tu hogar para determinar si hay algo que moleste a tu perro. La solución más sencilla podría ser eliminar factores desencadenantes en el hogar.
Lo que NO se debe hacer
Es crucial conocer las técnicas que jamás deben emplearse.
En primer lugar, no se debe recurrir al castigo físico, ya que puede ser contraproducente y provocar que el perro relacione el coche con dolor, aumentando su agresividad hacia los vehículos y su deseo de perseguirlos.
Además, no es recomendable llevarlo con una correa larga para que corra detrás de los carros, puesto que puede provocar lesiones graves en el cuello o incluso causar la muerte.
No utilices el auto para asustarlo, ya que esto solo aumenta el riesgo de que lo atropellen accidentalmente.
Para Terminar
Es vital abordar este comportamiento lo antes posible. Si un método no funciona, no te desanimes y continúa probando diferentes enfoques hasta encontrar uno que funcione, pues la vida de tu perro depende de ello.
Lo ideal es jamás darle la oportunidad de perseguir vehículos en vez de tratar de convencerlo de que es una mala idea. Una valla alta y una correa corta pueden ser tus mejores aliados.
Crédito de Imagen Principal: Richard van der Spuy, Shutterstock
