¡Mi perro bebió lejía! Nuestra veterinaria te explica qué hacer
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Desde que se produjo la pandemia de COVID-19, la gente desinfecta sus casas con más frecuencia y más a fondo. Lamentablemente, la Línea de Ayuda sobre Envenenamientos de Mascotas informó de un aumento de más del 100 % en las llamadas relacionadas con la exposición de las mascotas a productos de limpieza domésticos.
Aquí nos centramos en la lejía, un producto doméstico de uso común.
Entonces, ¿puede la lejía hacer daño a tu perro? La respuesta es sí: la lejía es venenosa para los perros. Su peligrosidad dependerá de la concentración del producto y de cómo haya entrado en contacto con él tu mascota.
¿La lejía puede matar a un perro?
Aunque te parezca improbable que tu amigo canino se sienta atraído por un producto de limpieza, hay varias formas de que tu perro beba lejía. Algunos perros juegan con cartones de leche vacíos o botellas de plástico como si fuesen juguetes. Podrían confundir fácilmente una botella de producto que contiene lejía con un juguete, ¡sobre todo si la botella es de colores brillantes! Los perros exploran con la boca, lo que puede provocar que pinchen las botellas e ingieran la lejía.
Algunos productos de limpieza están diseñados para que nuestras casas huelan de maravilla, lo que puede atraer a tu mascota. Si tu perro pasa por encima de la lejía mientras friegas el suelo, puede causarle problemas en la piel. También puede hacer que intenten limpiarse la lejía a lametazos, provocando una ingestión accidental. Algunos perros tienen la costumbre de beber de la taza del váter; si se acaba de limpiar, es una fuente potencial de exposición.
Recuerda que los productos para blanquear los dientes suelen contener lejía. A menudo están aromatizados y pueden oler apetitosos para tu perro. Por supuesto, hay algunas razas (me viene a la mente el labrador) que pueden beber de un cubo de agua con lejía.
La lejía diluida o los productos de limpieza suaves pueden causar algunos síntomas desagradables. Los productos blanqueadores concentrados pueden causar síntomas más graves y ser potencialmente mortales.
Una pregunta habitual desde que empezó la pandemia es: “¿puedo poner un poco de lejía en el agua del baño de mi perro?” La respuesta es ¡no! No es necesario, hay muchos champús eficaces para mascotas en el mercado que matan el virus con más eficacia que la lejía. Corres el riesgo de dañar a tu mascota, lo que, por supuesto, ningún padre de mascotas querría.
A pesar de algunos artículos engañosos que puedas encontrar en Internet, la lejía nunca debe utilizarse para bañar a tu perro, tratar las pulgas, teñir su pelaje o tratar el parvovirus.
Qué hacer si tu perro bebió lejía
Mantén la calma y saca de ahí a tu mascota para evitar que acceda a más producto. Si puedes, intenta que tu perro beba agua o leche para diluir la lejía. Si el producto está en su piel, lávaselo para evitar que lo lama y lo ingiera.
- Qué ha comido tu perro o a qué ha estado expuesto
- La vía por la que han estado expuestos, es decir, por vía oral o por contacto con la piel
- Cuánto han ingerido
- Una hora aproximada de la ingestión, o el momento en que puede haberse producido
- El peso aproximado de tu perro y si padece alguna enfermedad
- Si presentan algún síntoma
Es posible que tu veterinario desee examinar a tu perro, en cuyo caso deberás llevar contigo el envase del producto con lejía.
Síntomas de la intoxicación por lejía en perros
Los síntomas variarán en función de la concentración de lejía en el producto ingerido.
- Vómitos
- Diarrea
- Letargo/ depresión
- Babeo
- Rascarse la cara o la boca con la pata
- Pérdida de interés por la comida
- Lesiones cutáneas rojas alrededor de la boca
Incluso la lejía sin cloro puede irritar el tubo digestivo y el estómago y provocar vómitos, porque contiene peróxido de hidrógeno.
- Ulceración del tubo digestivo
- Aumento de la sed, confusión, temblores y posibles convulsiones; síntomas causados por hipernatremia (niveles elevados de sodio en sangre) e hipercloremia (niveles elevados de cloro en sangre)
- Daños en los riñones
- Irritación de las vías respiratorias por los vapores
- En casos muy graves, la ingestión de lejía puede ser mortal
Tratamiento de la intoxicación por lejía en perros
El tratamiento será de apoyo, lo que significa que tu veterinario tratará los síntomas en lugar de curarlos. En los casos leves, tu veterinario puede sugerir que cuides a tu perro en casa. Esto podría significar hacer que beban agua o leche, bañarlos con un champú suave para perros si tienen lesiones cutáneas y vigilarlos para ver si presentan síntomas. Es importante señalar que nunca debes intentar determinar por ti mismo si el caso de tu perro es leve; llama siempre a tu veterinario para que te aconseje.
Tampoco debes intentar provocar el vómito de tu perro en casa; pero sobre todo no con la ingestión de lejía. Puede ser muy peligroso en este caso, ya que la lejía puede causar más daños corrosivos al subir. Además, existe el riesgo de que tu perro inhale parte del vómito que contiene lejía, causándole daños en los pulmones.
Dependiendo de la gravedad de los síntomas, el tratamiento podría incluir hospitalización; un goteo de líquidos para corregir los desequilibrios electrolíticos (en este caso, de sodio y cloruro); medicamentos para proteger el estómago o tratar las úlceras estomacales; y medicamentos contra el mareo.
¿Cómo puedo evitar que mi perro beba lejía?
Por supuesto, ¡prevenir es mejor que curar! Entonces, ¿cómo puedes evitar que tu perrito entre en contacto con lejía?
- Guarda siempre los productos que contengan lejía fuera del alcance de tu curioso amigo
- Sigue siempre las instrucciones de la etiqueta, especialmente en lo que se refiere a diluir el producto. Cuanto más diluido esté, menos tóxico será
- Cuando limpies las zonas con las que tu perro entra en contacto, utiliza un desinfectante apto para mascotas
- Si decides utilizar lejía, aclara bien la zona con agua después de limpiarla
- Prohíbe a tu perro la zona que estás limpiando
- Deja las ventanas abiertas para dispersar los gases tóxicos
- ¡Cierra las tapas de los inodoros después de limpiarlos!
En Conclusión
En la mayoría de los casos, si tu perro bebe lejía, se recuperará totalmente. Esto se debe a que es raro que un perro consuma una gran cantidad de lejía concentrada. Por lo tanto, la mayoría de los casos son leves. Si tu perro consume cualquier cantidad de lejía concentrada, se trata sin duda de una urgencia y debes llamar inmediatamente al veterinario, porque demasiada lejía puede matar a un perro. De todos modos, con lejía diluida o suave, debes llamar a tu clínica veterinaria o al servicio de ayuda en caso de envenenamiento de animales domésticos para que te asesoren.
Crédito de Imagen Principal: congerdesign, Pixabay
