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12 razones por las que los gatos son mejores que los perros, según la ciencia

Oliver Jones

By Oliver Jones

Gato y perro acurrucados.

La eterna disputa: gatos contra perros. Estamos convencidos de que los gatos llevan la delantera y sospechamos que tú también. Si necesitas argumentos sólidos que lo avalen, aquí te ofrecemos las 12 principales razones.

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Las 12 razones por las que los gatos superan a los perros

1. Los gatos requieren poco espacio

Si vives en un departamento o una casa pequeña, el espacio es limitado. Los perros ocupan bastante espacio, se desparraman en el sofá o se extienden cubriendo toda la cama. En cambio, los gatos necesitan poco espacio y suelen enroscarse en lugares reducidos por gusto. Además, los gatos generalmente no requieren tantos objetos como los perros. Mientras tengan un arenero, recipientes para comer y beber, y algunos juguetes pequeños, son felices.


2. Los amantes de los gatos son más inteligentes que los amantes de los perros

Así es. Aunque a los amantes de los perros les cueste aceptarlo, una investigación demostró que los aficionados a los gatos suelen obtener calificaciones más altas en pruebas de inteligencia que los fanáticos de los perros. El mismo estudio reveló que los amantes de los gatos tienden a ser introvertidos, no conformistas y de mente abierta. Tú dirás si esa descripción encaja.

Hombre joven cargando gato.
foto por: Veera, Shutterstock

3. Los gatos son más ecológicos

Si te preocupa el impacto ambiental de tener una mascota, los gatos son una opción más ecológica que los perros. Se estima que la huella de carbono de un perro es el doble que la de un vehículo todoterreno, mientras que la de los gatos se asemeja a la de un automóvil pequeño. Ambos dejan huella debido a que consumen carne, lo que implica procesos productivos que demandan muchos recursos. Sin embargo, como los gatos ingieren menos cantidad que los perros, su huella de carbono es menor.

Esta ventaja se aplica principalmente a los gatos que viven en interiores. Los gatos que salen al exterior matan un gran número de aves y roedores, algo que afecta bastante al medioambiente.


4. Los gatos pueden llevar una vida exclusivamente en interiores

Mientras que los perros no pueden vivir únicamente en espacios cerrados, los gatos se desenvuelven perfectamente en ambientes interiores. Ni siquiera es necesario preocuparse por sacarlos a pasear en días de mal clima, que hagan suficiente ejercicio o asistir a clases de adiestramiento. Si tu gato de interior cuenta con enriquecimiento adecuado en términos de bienestar físico y mental, puedes estar seguro de que se encuentra feliz y saludable.

Gato gris con un dedo debajo de la barbilla.
foto por: PHOTOCREO Michal Bednarek, Shutterstock

5. Los gatos no babean

Todos hemos tenido que lidiar alguna vez con un perro bien baboso que deja manchas de baba en la ropa. Con los gatos, este inconveniente no existe. A menos que padezcan alguna afección que cause salivación excesiva, los gatos no babean.

Tampoco tendrás que preocuparte porque salpiquen todo el suelo cuando toman agua. Algunos perros parecen derramar más agua del recipiente de la que realmente toman, dejándote a ti la labor de limpiar. De hecho, los investigadores han descubierto que la forma en que los gatos beben agua es mucho más eficiente que la de los perros.


6. Vivir con un gato tiene beneficios para la salud

Las investigaciones han demostrado que la frecuencia del ronroneo de un gato es la misma que se utiliza en ciertos tipos de terapias. También se ha descubierto que vivir con un gato puede reducir la probabilidad de sufrir un infarto.

Veterinario revisando gato.
foto por: Nestor Rizhniak, Shutterstock

7. Los gatos son silenciosos

A diferencia de los perros, que pueden ladrar sin cesar, los gatos son bastante silenciosos, cosa que hasta el más acérrimo defensor de los perros tendrá que admitir. Cualquier sonido emitido por un gato es un susurro comparado con el ladrido de un perro. Si prefieres un hogar tranquilo o tienes vecinos sensibles al ruido, los gatos son una opción más adecuada.


8. Los gatos generan menos gastos

Aunque esto depende de cuánto desees invertir en tu querido felino, por lo general, mantener un gato resulta más económico que mantener un perro. Nuestros amigos caninos suelen consumir más alimento y requieren mayor cantidad de accesorios como jaulas, arneses, juguetes, etc. Los perros también podrían necesitar adiestramiento, y las facturas veterinarias tienden a ser más altas.

Gato oscuro acostado con calcetín multicolor.
foto por: Fredricka Jackson, Shutterstock

9. Los gatitos son más fáciles de criar que los cachorros

Aunque los gatitos requieren mucho cuidado y atención durante su crecimiento, demandan menos esfuerzo que los cachorros. Generalmente, los gatitos aprenden por sí solos a usar el arenero, mientras que los cachorros requieren un entrenamiento exhaustivo para hacer sus necesidades. Además, podrías optar por enseñar a un cachorro a usar una jaula, lo que demanda bastante tiempo y dedicación.

Los gatitos se entretienen por sí mismos en casa, así que no tendrás que preocuparte por encontrar tus zapatos mordidos o limpiar “charquitos” del suelo.


10. Los gatos se mantienen aseados

Un perro que se revuelca en heces o come algo inadecuado puede llegar a oler bastante mal. En contraste, los gatos dedican horas al día a su higiene personal. No tendrás que preocuparte por sesiones costosas de cuidado y aseo, baños frecuentes o lidiar con olores persistentes en el pelaje de tu gato.

Gato acicalándose.
foto por: Bogdan Sonjachnyj, Shutterstock

11. Los gatos respetan tu espacio personal

Los gatos son expertos en respetar la burbuja personal, ¡estamos convencidos de que ellos la inventaron! A veces, al llegar a casa, lo único que deseas es relajarte un rato, y tu gato lo comprenderá. En cambio, los perros se acercan emocionados, ansiosos por recibir atención, un paseo o cualquier otra cosa que deseen. A los gatos también les gusta acercarse y buscar nuestra atención, pero saben respetar los límites y la mayor parte del tiempo es probable que estén durmiendo o aseándose.


12. Los gatos nos quieren de verdad

Quienes tienen perros podrían argumentar que los gatos no quieren a sus dueños, pero las investigaciones sugieren lo contrario. Un estudio realizado en 2017 descubrió que los gatos prefieren interactuar con los humanos por encima de cualquier otra cosa, incluidos juguetes, comida e incluso la hierba gatera. Si eso no te convence de que los gatos son mejores que los perros, ¡nada lo hará!


Crédito de Imagen Principal: AJR_photo, Shutterstock

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