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6 formas sencillas de evitar que los perros arañen las puertas

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By Nicole Cosgrove

scratched door

Hay muchas razones posibles por las que tu perro podría estar arañando tu puerta, pero todas se derivan de la misma causa básica: la atención. En el momento en que les das lo que quieren; en este caso, tu atención, aprenden que si repiten ese comportamiento, recibirán más de lo que quieren. Este hábito no sólo es molesto, sino que también puede acabar dañando tus preciosas puertas, sobre todo con los perros grandes.

En este artículo, explicaremos seis sencillos pasos para que tu perro deje de arañar las puertas y las posibles razones de este comportamiento. Puede que necesites emplear una combinación de estas técnicas para obtener el resultado que deseas, o puede que tu perro aprenda rápidamente con una sola. He aquí cómo conseguir que tu perro deje de arañar las puertas:

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¿Por qué mi perro araña la puerta?

El primer paso para evitar que tu perro arañe la puerta es averiguar por qué lo hace. Una vez que sepas por qué, puedes proceder a cómo detenerlo eficazmente. La mayoría de las veces, la razón principal del arañazo en la puerta es la ansiedad por separación. Tu perro ve que te vas a marchar y cree que nunca volverás. También es posible que necesiten salir a hacer sus necesidades e intenten hacértelo saber, lo cual no es necesariamente malo, pero pueden aprender fácilmente otra forma de llamar tu atención. Los perros que se excitan demasiado cuando salen a jugar o a pasear también suelen arañar la puerta.

La razón por la que los perros arañan las puertas se reduce básicamente a una cosa: están intentando llamar tu atención de alguna manera, y tendrás que redirigir este comportamiento hacia algo más sano.

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Los 6 pasos más sencillos para que los perros dejen de arañar las puertas

1. Más vale prevenir que curar

Perro pequeño de color blanco y corto tumbado junto a una pelota en el jardín.
foto por: hazelw90, Pixabay

Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, evitar que tu perro adquiera el mal hábito de arañar la puerta es el primer paso. Aunque tu perro ya tenga el hábito, sacarlo con frecuencia para hacer sus necesidades, pasear y jugar evitará que quiera volver a salir, pues ya le habrás dado la oportunidad de hacerlo.

Sin embargo, cada perro es diferente, así que sólo tú sabrás con qué frecuencia debe hacerse. A los perros con mucha energía hay que sacarlos a hacer ejercicio y a sesiones de juego con mucha más frecuencia. Un buen adiestramiento comienza en la etapa de cachorro y en casa; sacarlos al exterior es una oportunidad ideal para iniciar el adiestramiento básico de órdenes. Antes de sacar a tu perro fuera, haz que se siente primero, preferiblemente con la correa puesta. Sólo cuando están tranquilamente sentados delante de la puerta debes abrirla, e incluso entonces, no se les debe permitir que salgan corriendo sin más. Esto puede llevar tiempo, pero te ahorrará muchos dolores de cabeza en el futuro.

Si tienes un perro que vive al aire libre la mayor parte del tiempo, ocurre lo contrario. Cuanto más juegues con ellos y los ejercites, menos probable será que arañen la puerta para llamar tu atención.


2. Ignora el comportamiento

Aunque prevenir el comportamiento en primer lugar es el mejor punto de partida, puede que este hábito ya esté arraigado en tu perro. El siguiente paso es la técnica empleada a menudo en el adiestramiento basado en recompensas, que consiste en ignorar cualquier mal comportamiento cuando se produce y recompensar sólo el buen comportamiento. Incluso reprender a tu perro es una forma de prestar atención, exactamente lo que tu perro busca, así que ignorar el mal comportamiento es a menudo, aunque no siempre, la mejor forma de actuar.

Puede resultar difícil, pero cuando tu perro arañe la puerta, intenta ignorar su comportamiento hasta que se calme. Sólo cuando dejen de rascarse y estén tranquilos y calmados, debes ir a verlos. Entonces puedes atender sus necesidades (normalmente, quiere salir o entrar) y elogiar o darle una golosina por calmarse. Por supuesto, a menudo hay una buena razón por la que tu perro necesita salir, pero no debe arañar la puerta para llamar tu atención.

Ignorar ese comportamiento es especialmente difícil en los perros de raza grande, tanto para ti como para tu puerta. Puedes plantearte comprar un escudo anti arañazos para proteger la puerta hasta que desaparezca la costumbre.


3. Gestionar la excitación

Perro de pelo corto, blanco y negro mirando a través de una ventana
foto por: chandacastillo, Pixabay

Controlar los niveles de excitación de tu perro cuando sales y entras por la puerta para dar paseos, jugar o cuando sales de cualquier otra forma es esencial para evitar que tu perro arañe. Puede ser un reto, pero debes contener demasiado afecto durante estos momentos y esperar con tu perro hasta que esté tranquilo y calmado antes de abrirle la puerta. Pequeñas distracciones, como juguetes para masticar o pelotas, desviarán su atención y les mantendrán ocupados mientras estás fuera.

Lo mismo ocurre cuando llegas a casa con tu perro o lo traes de un paseo. Puede que tu perro esté demasiado excitado al verte y salte y ladre o gima, pero intenta mantener una energía tranquila. Esto no quiere decir que debas ignorarlos, pero mantener la calma ayudará a tu perro a disociar la puerta de la excitación y a ser menos propenso a arañar. Unas caricias tranquilas y un saludo en voz baja son perfectos, y de nuevo, una vez que hayan igualado tu energía y estén tranquilos, puedes darles un saludo adecuado.


4. Practica la separación saludable

Algunos perros estarán encantados de quedarse solos en casa sin sus dueños, pero otros pueden encontrarlo muy angustioso. Aunque tengas un perro faldero y pegajoso, es importante para su salud mental (¡y para la tuya!) que se las arregle para estar separado a veces.

Puedes empezar obligándoles a sentarse y quedarse en determinados lugares de tu casa y recompensarlos cuando obedezcan. Esto puede requerir paciencia y dedicación, pero probablemente le ayudará con la ansiedad por separación, ya que tu perro aprenderá rápidamente que siempre vuelves. Cuando domines esta práctica, puedes empezar a dejarlos dentro y salir por la puerta.
Cuando aprendan que si se quedan recibirán elogios y golosinas, es probable que obedezcan y, con suerte, dejarán de arañar la puerta.


5. Corrección firme

Young female owner is training and teaching commands to her lovely labrador retriever dog
Image Credit: HQuality, ShutterStock

Si los métodos basados en recompensas e ignorar el comportamiento no funcionan, tendrás que empezar a emplear órdenes de corrección firmes para corregir el hábito. Esto no implica pegar ni gritar, sino órdenes firmes y seguras.

Tendrás que pillar a tu perro en el acto o dejarlo encerrado en una habitación para provocar el arañazo. En cuanto tu perro empiece, tienes que mirarle directamente a los ojos con aire de liderazgo. Señala con el dedo y di firme pero suavemente: “No”.

De nuevo, el objetivo no es asustar a tu perro para que se someta gritando, sino simplemente asegurarte de que es consciente de tu desaprobación. Sigue mirando fijamente a tu perro hasta que deje de rascarse y esté tranquilo y sentado. Haz que se sienten y se queden quietos y recompénsalos con elogios o una golosina cuando lo hagan. Puede que necesites varias repeticiones para conseguirlo, pero deberías limitar la práctica a un máximo de 10 minutos al día.


6. Instalar medidas preventivas

Si estás mucho tiempo fuera de casa y te gustaría que tu perro entrara y saliera de casa a su antojo, instalar una puerta para perros puede ser una gran opción. Algunas de estas puertas están selladas contra la intemperie y pueden cerrarse con llave, otras sólo pueden abrirse con la placa identificativa exclusiva de tu perro para evitar que entren en tu casa perros extraviados no deseados. Así, tu perro tendrá libertad para ir y venir, poniendo fin por completo al problema de los arañazos.

Una última opción puede ser instalar una verja para impedir que tu perro llegue a la puerta. Son fáciles de montar y mover por la casa, y son una opción estupenda mientras aún estás en el proceso de adiestrar a tu perro.

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Últimas conclusiones

Como ocurre con cualquier comportamiento indeseable que muestre tu perro, la solución casi siempre reside en un adiestramiento paciente y dedicado. Adiestrar a tu perro desde una edad temprana ayudará a evitar que empiecen los malos hábitos, o ayudará a rectificar rápidamente problemas como arañar la puerta cuando empiecen. Ser paciente y emplear una o varias de estas técnicas debería ayudar a rectificar el hábito de arañar la puerta o evitar que nunca llegue a ocurrir.


Crédito de Imagen Principal:  A-photographyy, Shutterstock

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