Bengalíes macho y hembra: Principales Diferencias (con fotos)

Si decidiste sumar un bengalí de aspecto exótico a tu familia, quizá te preguntes si comprar un macho o una hembra y cuáles son las diferencias en cuanto a tamaño, personalidad y necesidades médicas.

Algo que se nota a simple vista es que los machos pesan el doble que las hembras. Después, no se diferencian mucho. Sigue leyendo para determinar qué sexo te gusta más.

Diferencias visuales

Características Principales

Bengalíes 101

Estos gatos convierten tu comedor en una selva. El bengalí es el resultado de cruzar un gato leopardo con uno doméstico. Parece un tigre en miniatura porque exhibe rayas y puntos, y es imposible cansarse de él, ya que es súper cariñoso. Suelen ser activos, endiabladamente inteligentes, y bastante ruidosos. Y son una de las pocas razas a las que les gusta jugar en el agua o a su alrededor.

Estas criaturas, esbeltas y elegantes, demoran dos años en alcanzar la adultez. Cuando son cachorros son algo traviesos y aventureros, pero se calman a medida que envejecen, inclinándose más por la siesta que por torturar a los dedos de los pies. Casi todos viven entre 10 y 18 años. Si bien muchos son mascotas tranquilas y adorables, algunos se vuelven agresivos en presencia de niños pequeños u otros animales domésticos, por eso debes pensártelo dos veces antes de adoptar un bengalí.

Información general del macho

Personalidad/carácter

Los machos suelen ser cariñosos, un poco traviesos y muy inteligentes. Se muestran distantes si no se criaron rodeados de mucho contacto humano y atención. Se sabe que son más amigables que las hembras; además, se llevan bien con otros animales, mientras que las hembras son un poco más antipáticas con otras mascotas.

Sin embargo, un macho intacto es totalmente diferente. A menudo marcan territorio y algunos incluso se niegan a usar el arenero. Si no están castrados se vuelven agresivos con sus dueños y depredadores con otros animales, incluidos los gatos que no son híbridos.

Adiestramiento

Suelen ser muy adiestrables, característica que va de la mano con su inteligencia y vitalidad. Son como perros ya que se muestran muy sociables. Muchos se acostumbran a pasear con correa, dando lugar a muchas actividades al aire libre.

Responden bien al adiestramiento con clicker, y algunas personas han logrado enseñarle trucos. Les va bien si la rutina involucra recompensas divertidas y estimulantes (tanto física como mentalmente), ya que minimiza los comportamientos destructivos producto del aburrimiento. Así que abastéceme de unas cuantas golosinas y tu bengalí estrechará la mano de humanos impresionados en un santiamén.

Salud y cuidados

Padecen los mismos problemas de salud que otras razas, entre ellos la panleucopenia y la rabia. A la mayoría le gusta estar afuera, pero recuerda que son animales activos y es fundamental vacunarlos para controlar las infecciones bacterianas y virales.

Algunos desarrollan ciertas patologías, como la atrofia progresiva de retina y la displasia de cadera, que parecen tener un vínculo genético o hereditario. Los machos no castrados son más propensos a padecer cáncer testicular y problemas de próstata. Al castrarlo, se reduce el riesgo. De lo contrario, tienen problemas de salud relacionados con la agresividad y las lesiones que adquieren al pelearse con otros animales.

Cría

Es mejor dejarla en manos de expertos. Un bengalí de primera generación (F1) es el resultado de mezclar un gato leopardo con uno doméstico, por lo tanto, no se comporta como un animal casero.

Los begalíes F1 suelen ser agresivos tanto con sus dueños como con otros animales, no les interesa utilizar el arenero, son destructivos y marcan territorio por doquier. Muchos son estériles o nacen con defectos físicos graves. Y por si te lo estás preguntando, criarlo te llevará mucho tiempo: recién la cuarta generación se considerará domesticada, ya que tienen que distanciarse del gato leopardo. En algunos estados se pueden tener desde la cuarta o quinta generación.

Descripción general de la hembra

Personalidad / Carácter

Las hembras se parecen mucho a los machos en cuanto a su personalidad, ya que suelen ser cariñosas, inteligentes y es muy fácil llevarse bien con ellas. Son increíblemente sociables, les gusta estar con su familia y siempre son súper fieles a una persona en particular.

Resultan menos hurañas que los machos, por lo tanto, son ideales para familias con niños y para quienes disfrutan de mucha interacción individual con su compañero felino. Ten en cuenta que son muy ruidosas: ¡les encanta dar a conocer su descontento! La vocalización intensa durante el celo puede ser un problema.

El problema se resuelve con la castración: evita los comportamientos no deseados porque las hormonas no entran en acción.

En realidad, no existe ninguna diferencia cuando hablamos de adiestramiento. Las hembras disfrutan del proceso porque ocupa su tiempo y mente.

También sirve para limitar el estrés y minimizar el mal comportamiento relacionado al aburrimiento (como la destrucción del sofá, la agresividad y la vocalización en exceso). La mejor forma de adiestrar a una gata bengalí es con mucho amor y recompensas.

Salud y cuidado

No demandan cuidados especiales ni tampoco necesitan aseo extra, pues tienen pelo corto. Sólo necesitan comida sana, abundante agua, vacunas y visitas anuales al veterinario. No obstante, recuerda que tanto los machos como las hembras corren un mayor riesgo a padecer ciertas enfermedades hereditarias. Para asegurarte que tu gato está sano, tienes que comprárselo a alguien de confianza.

Cría

Procede con cuidado. Si adoptas un animal que no está domesticado y decides no castrarlo, es probable que surjan problemas: intentos de fuga y vocalización extrema.

Como toda gata, son propensas a contraer enfermedades como la piometra (una afección de los órganos reproductores que resulta mortal si no se trata a tiempo). Los machos te visitarán si no la castras, poniendo en peligro a otros animales que tengas, ya que se ponen agresivos cuando buscan aparearse.

¿Padecen problemas genéticos?

Por desgracia, sí. Tanto los machos como las hembras corren un mayor riesgo de desarrollar cataratas y atrofia progresiva de retina (se mueren las células fotorreceptoras del ojo). Es una enfermedad gradual y acaba en pérdida total de visión; además todavía no hay manera de prevenirla o curarla. Suele afectar a gatos muy jóvenes, incluidos los bebés.

Otra enfermedad frecuente es la miocardiopatía hipertrófica (MCH). Los gatos con MCH tienen el corazón más grande. Los científicos han identificado el gen culpable, pero saben que la patología es en gran medida hereditaria.

La displasia de cadera también puede afectarlos. Esta dolorosa afección provoca el deterioro de las articulaciones y dolor al moverse. Pero recuerda que las enfermedades genéticas son más frecuentes entre los gatos de raza pura y los exóticos.

¿Qué se entiende por bengalí F1?

Los bengalíes son animales híbridos que resultan de la mezcla de un gato leopardo y uno doméstico. La descendencia de esa primera combinación se considera un bengalí F2 y se clasifica como silvestre.

La cría de un bengalí F1 con un gato doméstico da lugar a un bengalí F2, y así sucesivamente. Y en muchos estados, de hecho es ilegal tener un gato salvaje. Para estar seguros, es mejor comprarlos a un criador de confianza.

¿Cuál es el sexo ideal para ti?

Los bengalíes ofrecen lo mejor de ambos mundos: una mascota con el aspecto de un animal salvaje y el temperamento de un gato domesticado. Y la verdad es que tanto las hembras como los machos son maravillosos compañeros y miembros de la familia. Ambos sexos son activos, juguetones, cariñosos y fieles. También les gusta el agua, ya que son curiosos y traviesos.

Pero, por supuesto, existen diferencias entre ambos sexos. Los machos son un poquito más grandes, distantes e independientes. Por lo tanto, si quieres un gato que no busque mucho contacto humano, entonces escoge el bengalí macho. Las hembras suelen ser mejores opciones para las familias con niños pequeños y aquellos que aspiran a una relación más íntima con su compañero felino.

Recuerda que las diferencias aumentan si se trata de animales que no están castrados. Los machos se tornan mucho más agresivos, mientras que las hembras tienden a buscar el contacto humano y a vocalizar en exceso.

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Crédito de Imagen Principal: left – TheCats, Pixabay | right -Uschi Dugulin, Pixabay