Cómo eliminar la caspa de los gatos: 10 consejos avalados por veterinarios
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Si eres un amante de los gatos que sufre de alergias, es probable que te encuentres ante un dilema. ¿Qué puede hacerse cuando tu amor está en conflicto con la incomodidad de tus síntomas?
Contrario a la creencia popular, la caspa no es la responsable directa de las alergias. De hecho, es totalmente inofensiva. El sistema inmunitario es el que desencadena el brote y tiene poco que ver con el gato en sí.
Para el sistema inmunitario, la principal causa de las alergias es una proteína presente en la piel y la saliva de los gatos. La caspa del gato, sin embargo, es el medio por el cual esta proteína se dispersa en tu hogar.
A continuación, te ofrecemos algunos métodos eficaces para reducir la cantidad de caspa en tu hogar, lo que te ayudará a ti y a cualquier otra persona alérgica a vivir mejor y pasar más tiempo con tu gato.
Comprender las alergias
Antes de intentar abordar el problema, es importante entender qué está causándote alergia. Ten en cuenta que tu gato no es el culpable, ya que no tiene nada que ver con él. Naturalmente, todos los gatos producen caspa, que consiste en pequeñas partículas de piel muerta que se desprenden a lo largo de su vida.
Además, los gatos producen diversas proteínas que se encuentran en su saliva, piel y orina. Una proteína importante llamada Fel d 1 está muy relacionada con las alergias, ya que principalmente la produce la piel del gato. La caspa atrapa esta proteína y la libera por toda la casa a medida que el gato pierde pelo. De hecho, las personas alérgicas reaccionan a esta proteína presente en la caspa. Los gatos también producen otras proteínas a las que podrías ser alérgico.
El sistema inmunitario de las personas alérgicas identifica estas proteínas inofensivas como “dañinas” y produce anticuerpos específicos para combatirlas, lo que provoca una reacción alérgica. El grado del brote varía entre individuos.
La caspa del gato es extremadamente pequeña, incluso más que el polvo, y permanece en el aire durante un tiempo considerable. Esto permite que se propague fácilmente por toda la casa y se deposite en diversas superficies. Ningún gato es completamente hipoalergénico porque todos producen caspa y la proteína Fel d 1. Sin embargo, la cantidad varía según la raza.
Los 10 consejos para minimizar la caspa
1. Consulta a tu médico de cabecera
Si sospechas que eres alérgico a tu gato, lo primero que debes hacer es buscar asesoramiento médico profesional. Los análisis de laboratorio pueden ayudar a determinar si realmente eres alérgico a tu gato o si hay otros alérgenos ambientales que puedan estar afectando tu salud. Conocer tus alérgenos es un buen punto de partida. Tu médico también puede evaluar la gravedad de tus alergias y recetar medicamentos, inmunoterapia antialérgica u otros tratamientos según sea necesario.
Aunque la mayoría de las personas pueden convivir con sus gatos, eso podría no ser posible para alguien que padece alergias graves. Antes de tomar una decisión, consulta con tu médico.
2. Prueba pasar tiempo con tu gato antes de adoptarlo
Dado que la cantidad de proteínas alergénicas y la producción de caspa varían de un gato a otro, es recomendable pasar tiempo con el gato en cuestión para ver cómo reaccionas. Intenta estar a solas con él en una habitación limpia y bien ventilada para observar cómo responde tu cuerpo a su presencia y evitar cualquier reacción alérgica. A veces, puedes tener suerte y encontrar al candidato ideal para ser tu mascota: un gato al que no seas tan alérgico.
Si ya sabes que eres alérgico, es mejor no adoptar varios gatos, ya que esto aumentaría la concentración de alérgenos en tu hogar.
3. Limpieza del hogar
Si tus alergias son controlables, la mejor manera de mantenerlas a raya es limpiar tu casa a fondo: limpia paredes, encimeras, mesas y zócalos. Cuanta más caspa haya en las superficies, más frecuentes serán los brotes alérgicos.
Dado que la limpieza dispersa la caspa en el aire, se recomienda utilizar una mascarilla. Invierte en una aspiradora con filtro HEPA, que facilitará la limpieza de cortinas, sillas y sofás. Úsalo en toda la casa al menos una o dos veces por semana. También es conveniente pedir ayuda a un familiar, amigo o servicio de limpieza profesional para las alfombras y tapicerías, ya que retienen más caspa que las superficies lisas. Otra opción es utilizar un robot aspirador seguro para mascotas.
Evita emplear escobas, plumeros y similares, pues distribuyen la caspa por todas partes. En su lugar, usa limpiadores electrostáticos si un aspirador no se ajusta a tu presupuesto.
También puedes sustituir las alfombras por suelos lisos. Las alfombras acumulan más alérgenos que las superficies duras, como baldosas, madera o linóleo. Otra opción es una limpieza profesional con vapor si no puedes cambiar las alfombras. Para los suelos lisos, utiliza limpiadores húmedos, como una mopa, que eliminan la caspa de manera eficiente.
Además, ordenar tu casa y minimizar la cantidad de objetos innecesarios reducirá el número de superficies que requieren limpieza.
4. Invierte en un filtro de aire
Si padeces alergias, un filtro HEPA es una excelente inversión. Puedes instalarlo en los conductos de aire de tu hogar o adquirir un purificador de aire que utilice un filtro HEPA. Aunque no eliminará la caspa de las superficies, contribuirá a mantener el aire limpio y libre de alérgenos.
Si eliges un purificador de aire, asegúrate de que sea lo suficientemente grande para la habitación donde lo colocarás. Es recomendable mantener el filtro limpio y realizar el mantenimiento regular según las instrucciones del fabricante para garantizar su rendimiento óptimo.
5. Espacio libre de gatos
Se aconseja designar una zona o habitación en la que el gato no tenga acceso. Las áreas donde el gato pasa más tiempo suelen tener mayor concentración de alérgenos, por lo que contar con un espacio libre de gatos (como el dormitorio) puede ayudarte a controlar tus alergias.
6. Mantén una buena higiene
Si sufres de alergia a los gatos, es importante que practiques una buena higiene para minimizar la exposición a los alérgenos. Asegúrate de lavarte bien las manos antes de ir a tu entorno libre de gatos. Además, considera tomar una ducha o bañarte si has tenido contacto directo con tus gatos.
7. Hazte amigo de la lavadora
La caspa se acumula en la ropa y otros tejidos, empeorando los síntomas. Es importante lavar con regularidad la ropa y otros artículos en contacto con la piel, como sábanas, almohadas y mantas.
Lávalos con agua caliente y un detergente potente para eliminar alérgenos. También, realiza un ciclo de limpieza en la lavadora ocasionalmente para eliminar cualquier acumulación de alérgenos en su interior.
8. Considera el sexo
Las investigaciones indican que los machos que no están castrados producen más alérgenos, por lo que castrarlos resulta beneficioso para todos.
Otro estudio demostró que las hembras producen menos alérgenos. Si aún no has adoptado un gato, considera elegir una hembra.
9. Baña a tu gato con regularidad
Bañar a tu gato regularmente es una solución viable, pero no definitiva. De hecho, un baño reduce la caspa solo por 2 días. Por tanto, los controles ambientales son mucho más efectivos.
No obstante, si lo bañas una o dos veces por semana con un champú especial para gatos, puedes disminuir temporalmente la concentración de alérgenos en su pelaje. Sin embargo, aunque parezca atractivo y obvio, no todos los gatos disfrutan de los baños. Intenta tranquilizarlo con caricias, golosinas y refuerzos positivos para que acepte el baño (aunque en algunos casos es necesario acudir a profesionales). Si a tu gato le encantan los baños, tienes suerte.
Al bañarlo, presta atención a su cuello y lava suavemente su cara sin echarle agua directamente, ya que los alérgenos se concentran en la cara y el cuello.
10. Mantén a tu gato bien aseado y sano
Por último, mantenerlo bien cuidado puede ayudarte con tus alergias, pues el cepillado frecuente reduce la caspa. Puedes usar una mascarilla y guantes durante el proceso o pedir ayuda a un amigo o peluquero profesional. También puede ser útil cepillarlo en el porche o en una habitación aislada del resto de la casa.
Al acicalar y cepillar a tu gato, evitas que los pelos sueltos de su pelaje se dispersen por toda la casa. Además, llevándolo al veterinario regularmente para asegurar su bienestar y el de su pelaje, puedes reducir el exceso de muda y alergias.
En Conclusión
Si tus alergias son graves, habla con tu médico antes de decidir convivir con un gato. Pero es posible con esfuerzo y planificación.
Dicho esto, ten en cuenta el bienestar de tu gato. Si no puedes interactuar con él sin sufrir una reacción alérgica, lo mejor será buscarle un nuevo hogar. Por muy triste que sea, tu gato y tus alergias son los factores críticos.
Convivir con un gato siendo alérgico puede ser un desafío, pero ¿no crees que vale la pena?
Crédito de Imagen Principal: Tatyana Vyc, Shutterstock
