¿Los perros pueden comer lasaña? Lo que dicen los veterinarios
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Como dice el viejo refrán: ¡compartir es cuidar! Cuando se trata de nuestros perros, a veces ocurre lo contrario, y compartir puede ser un error. ¿Qué pasa con la lasaña? ¿Podemos compartirla con nuestros perros? Por desgracia, la respuesta es no. La lasaña no sólo es insalubre para el perro, sino que algunos de sus ingredientes son tóxicos. Pero veamos más detenidamente por qué este sabroso plato italiano debe quedar fuera del menú de tu perro.
¿Qué es la lasaña?
La lasaña es una pasta italiana horneada compuesta por varias capas de láminas de pasta plana, queso, carne de vaca o cerdo, condimentos y un ragú o salsa marinera. La salsa suele estar hecha con cebolla, ajo, salsa de tomate y condimentos italianos. Aunque existen numerosas versiones de la pasta, como la lasaña vegetariana y la de pollo, la versión típica lleva queso ricotta, pasta al dente, mozzarella, parmesano y salsa de carne.
¿La lasaña es saludable para los perros?
Por desgracia, no. De por sí, la lasaña no es del todo saludable para los humanos, por lo que no debería sorprendernos que tampoco lo sea para nuestros perros. Aunque la mayoría de los ingredientes que componen la lasaña no son venenosos para un perro sano, hay algunas excepciones, como la cebolla y el ajo, que pueden ser tóxicos si se ingieren en grandes cantidades.
Los perros pueden comer tomates; sin embargo, hay que asegurarse de que estén maduros, porque los tomates verdes contienen una sustancia química llamada tomatina, que puede ser tóxica para los perros. Pero que los perros pueden comer tomates maduros, esto no significa que la salsa de tomate de la lasaña sea una opción saludable. Los tomates enlatados pueden contener aditivos perjudiciales para el perro. También pueden tener sal, azúcar, cebolla y ajo añadidos.
¿Por qué la lasaña no es saludable para los perros?
Muchos perros son intolerantes a la lactosa, por lo que la salsa de queso de la lasaña les provocaría malestar estomacal. Un perro que come platos tan pesados y grasos como la lasaña también corre el riesgo de sufrir pancreatitis, que es una reacción inflamatoria del páncreas en la que una activación temprana e inadecuada de una enzima hace que el páncreas se digiera a sí mismo.
Esto provoca dolor abdominal, inapetencia y vómitos. Estos signos suelen aparecer poco después de ingerir alimentos grasos, y los casos leves normalmente pueden tratarse con medicación, mientras que los casos más graves requerirán hospitalización. La pancreatitis puede llegar a ser mortal.
La lasaña tiene un alto contenido de grasas procedentes de los lácteos, la carne y el aceite de cocina, y las versiones ya preparadas pueden tener incluso más grasas añadidas. Aunque un bocado ocasional puede no causar muchos problemas, la lasaña no es una comida ni una golosina apropiada para un canino.
Los 3 factores principales que pueden generar toxicidad
Aparte de los ingredientes de la lasaña, hay otros factores que pueden ser de alto riesgo para tu mascota.
1. La raza del perro
Algunas razas son más sensibles a los efectos adversos del consumo de ajo y cebolla. Las razas japonesas como el akita inu o el shiba inu son muy vulnerables a los efectos tóxicos del ajo y la cebolla, por lo que pequeñas cantidades podrían suponer un gran problema si no llevas a tu perro al veterinario pronto.
2. El tamaño del perro
El tamaño y la edad de tu perro desempeñarán un papel importante a la hora de determinar si es o no propenso a sufrir algún tipo de toxicidad. Un sólo bocado puede no ser perjudicial para un adulto, pero la historia cambia si se trata de un cachorro de 3 meses. Lo mismo ocurre con el tamaño del perro; un pequeño mordisco para un gran danés es mucho más que para un chihuahua.
3. Problemas gastrointestinales subyacentes
Las reacciones adversas de la lasaña pueden ser mucho peores para un perro que ya padezca dolencias intestinales como intolerancia a la lactosa, pancreatitis o alergias a las proteínas.
Consideraciones finales
La lasaña no es la mejor comida para compartir con tu amigo peludo. Además de ser pesada y alta en grasas, también puede ser tóxica debido a ingredientes como el ajo y la cebolla. Contacta a tu veterinario si te preocupa la salud de tu perro. Alimentar a tu perro con lasaña no trae ningún beneficio, y existen muchos otros premios más sanos y sabrosos.
Crédito de Imagen Principal: angelorosa, Pixabay
