¿Los perros pueden comer aceite de girasol? Hechos revisados por veterinarios y preguntas frecuentes
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Tal vez hayas leído sobre los supuestos beneficios para la salud del aceite de girasol. Se deben a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que pueden reducir el colesterol y, por tanto, el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Probablemente, como dueño de una mascota, querrías lo mismo para tu compañero canino.
Sin embargo, aunque el aceite de girasol no es tóxico para los perros, es mejor limitar la cantidad que le das a tu mascota. La razón reside en su contenido en grasa y el impacto que puede tener en la salud de tu cachorro.
El valor nutritivo del aceite de girasol
Las grasas son una parte vital de la dieta de tu mascota. Constituyen una excelente fuente de energía, con aproximadamente 2,25 veces el rendimiento de los hidratos de carbono y las proteínas. También sirven para almacenar nutrientes liposolubles, como las vitaminas A y D. El aceite de girasol no contiene muchos nutrientes, salvo pequeñas cantidades de vitaminas E y K. Sin embargo, sí tiene grasa: unos 13,6 gramos por cucharada.
Esto último explica su alto contenido calórico de 120 calorías en el mismo tamaño de ración. En particular, todas las grasas, incluida la mantequilla, tienen una cantidad similar. Aunque humanos y perros compartimos el 84 % de nuestro ADN no significa que tengamos las mismas necesidades alimentarias. El aceite de girasol contiene ácidos grasos omega-6, entre ellos uno llamado ácido linoleico.
La ración recomendada es de 2,8 a 16,3 gramos de ácido linoleico para caninos al día. Este nutriente es esencial para una buena salud cutánea y reproductiva. También forma parte de la estructura y las membranas celulares. El aceite de girasol contiene entre 44 y 75 % de ácido linoleico o unos 5,98 a 10,2 gramos por cucharada. Estas cifras están dentro de los límites recomendados.
El aceite de girasol y la obesidad
También tenemos que abordar el elefante en la habitación cuando se trata de discutir el valor dietético del aceite de girasol. Es el quid de nuestra respuesta sobre el consumo seguro. Aunque esta grasa no es tóxica, sigue siendo una grasa con un importante aporte calórico. Esto es especialmente cierto si lo pones en contexto con la ingesta calórica recomendada para un perro.
Por ejemplo, un cachorro de 25 kg debe recibir entre 700 y 900 calorías al día. Una ración de 1 cucharada de ácido linoleico supondría entre el 13,3 y el 17 % de la ingesta calórica total recomendada para tu mascota. Es aún mayor con las mascotas más pequeñas. Recuerda que, aparte de la grasa, el aceite de girasol no aporta mucho valor nutritivo. Por eso la comida para perros de tu cachorro debe proporcionarle la mayor parte de su ingesta calórica como fuente completa y equilibrada.
Incluso los seres humanos deben limitar su ingesta de ácidos grasos omega-6 a no más del 5-10 % de su ingesta calórica. Por tanto, es fácil darse cuenta de que debes limitar la cantidad que tu mascota ingiere fuera de su dieta habitual. Su alimentación les cubre nutricionalmente en ácidos grasos omega-6. Si tu perro tiene alergias o alguna afección cutánea, tu veterinario puede recomendarte un suplemento. Sin embargo, el aceite de girasol no es un complemento necesario.
Últimas conclusiones
Muchos dueños de perros consideran a sus mascotas algo más que simples compañeros. Es comprensible que algunos quieran compartir sus alimentos con ellos. No obstante, lo mejor para la salud de tu cachorro es seguir su dieta habitual. El perjuicio de ofrecer a tu perro aceite de girasol no es su toxicidad. En cambio, reside en las calorías añadidas que podrían conducir a la obesidad y a los riesgos para la salud que conlleva.
Crédito de Imagen Principal: Jumpstory
