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5 problemas de salud comunes del gato burmés: lo que debes saber

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By Chelsea Mortensen

Gato gris de ojos verdes acostado sobre superficie gris.

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Dr. Lorna Whittemore Photo

Reviewed & Fact-Checked By

Dr. Lorna Whittemore

MRCVS (Veterinarian)

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Los gatos burmeses siempre son muy solicitados. Con su carácter amistoso y agradable y su pelaje marrón cobrizo, no resulta difícil entender por qué tantos sueñan con tener uno. Bonitos, inteligentes y simpáticos, estos gatos lo tienen todo. Pero si estás pensando en adoptar uno, es importante que antes conozcas los riesgos. No se puede garantizar la buena salud de ningún gato. Pero como ocurre con la mayoría de los gatos de raza pura, hay algunos problemas de salud más comunes en los gatos burmeses que en el resto de la población. A continuación, veremos cinco problemas de salud comunes a los que debes prestar especial atención.

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Los 5 problemas de salud más comunes del gato burmés

1. Ansiedad de separación

Aunque la ansiedad por separación no es un problema de salud física, puede tener consecuencias graves. Los burmeses tienden a ser extrovertidos, amistosos y muy apegados a sus dueños, y esa es la receta perfecta para la ansiedad por separación.

Estudios recientes han demostrado que los gatos forman fuertes vínculos con sus dueños, y en su mayoría estos son vínculos sanos y seguros. Pero si tu gato experimenta ansiedad por separación, es probable que odie la idea de no tenerte en casa, y hasta en su campo de visión.

Prevención y tratamiento

Entrenar e ignorar el comportamiento de búsqueda de atención pueden ser formas eficaces de minimizar la ansiedad por separación, al igual que mantener una rutina estricta. En casos graves, pueden recetarse medicamentos para ayudar a controlar la ansiedad.

Una de las formas más comunes de prevenir la ansiedad por separación es adoptar dos gatitos juntos. Al adoptar hermanos o dos gatitos al mismo tiempo, es probable que formen fuertes vínculos entre sí. No obstante, si ya tienes un gato, no se recomienda adoptar un segundo; la llegada de un extraño a la familia suele empeorar la ansiedad en lugar de mejorarla.

Gato crema de ojos amarillos sobre fondo gris.
foto por: Seregraff, Shutterstock

2. Diabetes mellitus

La diabetes felina es una enfermedad relativamente frecuente en los gatos, causada por una combinación de factores ambientales y genéticos. Los gatos burmeses son propensos a esta enfermedad, y algunos estudios sugieren que tienen al menos cuatro veces más probabilidades de desarrollar diabetes mellitus que el gato promedio. Este efecto se observa sobre todo en las líneas de sangre europeas, no en las americanas, pero muchos siguen siendo muy cautelosos con este tema. Uno de los síntomas más comunes de la diabetes es la micción excesiva y la orina de olor dulce.

Prevención y tratamiento

Aunque tu gato tenga una predisposición genética a la diabetes, puedes reducir las probabilidades de que aparezca fomentando una dieta sana y equilibrada y la práctica de ejercicio. Si tu gato desarrolla diabetes, tu veterinario puede recomendar un tratamiento mediante control de la dieta, medicación o ambos. La mayoría de los gatos con diabetes pueden llevar una vida sana y feliz con los cuidados médicos adecuados.


3. Cálculos vesicales de oxalato

Algunos gatos burmeses pueden desarrollar cálculos de oxalato en la vejiga. Estos cálculos se forman debido a un exceso de calcio y oxalato en el torrente sanguíneo. Pueden causar un dolor importante al orinar y, a veces, cortar la vejiga, haciendo que la orina parezca sanguinolenta.

Prevención y tratamiento

La deshidratación es un factor que aumenta la probabilidad de cálculos en la vejiga, por lo que es crucial asegurarse de que el gato tome abundante líquido. Muchos gatos no beben tanta agua como deberían, por lo que añadir comida húmeda o un complemento húmedo a sus comidas puede ser de gran ayuda.

Si tu gato desarrolla cálculos de oxalato en la vejiga, suele ser necesaria una intervención quirúrgica para extraerlos. Luego de la cirugía, será necesaria una dieta prescrita baja en calcio y oxalato que ayude a tu gato a mantenerse sano y a evitar una nueva formación de cálculos. En algunos casos es necesario administrar medicación.

Gato burmés sentado entre la hierba.
foto por: jojosmb, Shutterstock

4. Síndrome de dolor orofacial felino

Los gatos burmeses son más propensos a sufrir trastornos de dolor neuropático, el más común de los cuales es el síndrome de dolor orofacial. Los gatos que lo padecen experimentan un aumento de la sensibilidad alrededor de la cara y la boca que les causa un dolor intenso a pesar de la ausencia de lesiones físicas. En general, este síndrome es poco frecuente, pero es más usual en los gatos burmeses.
Es posible que observes que tu gato tiene dificultades para comer, mueve constantemente la lengua o realiza movimientos masticatorios y muestra otros signos de dolor.

Prevención y tratamiento

Esta enfermedad suele desencadenarse por una lastimadura o lesión bucal o la erupción de los dientes, por lo que una higiene dental adecuada puede reducir al mínimo las probabilidades de padecerla. El estrés también puede ser un factor desencadenante. Dado que este síndrome es poco frecuente, los métodos de tratamiento no están estandarizados. Algunos medicamentos con propiedades analgésicas pueden ayudar a controlar los síntomas.

Los síntomas pueden aparecer y desaparecer con el tiempo. En casos graves de dolor descontrolado, el veterinario puede recomendar la eutanasia como opción más humana.


5. Hipopotasemia

La hipopotasemia causa debilidad muscular generalizada debido a niveles de potasio muy bajos. En la mayoría de los casos, no se debe a un problema de desnutrición, sino a que el organismo tiene dificultades para absorber el potasio y necesita niveles más altos. La polimiopatía hipopotasémica es un rasgo hereditario en algunos gatos burmeses. También puede estar causada por otros problemas subyacentes, como problemas renales. Es la causa más común de debilidad muscular general en gatos y es más frecuente en los burmeses.

Prevención y tratamiento

Aunque la hipopotasemia asusta, la buena noticia es que su tratamiento es sencillo. En la mayoría de los casos, un suplemento de potasio puede revertir la hipopotasemia, compensando así la menor absorción. En casos graves, se utilizará la vía intravenosa para corregir los niveles de potasio. Dado que la hipopotasemia puede estar asociada a otros problemas, es probable que tu veterinario compruebe si existen otras enfermedades que la puedan estar desencadenando.

Gato burmés enojado acostado sobre alfombra gris.
foto por: ge-hall, Pixabay

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En conclusión

En líneas generales, los gatos burmeses son relativamente sanos, pero cuando tienen problemas de salud, pueden ser graves. Existen otras afecciones, afortunadamente menos frecuentes, a las que algunos burmeses son propensos, como la deformidad craneal y cerebral, la gangliosidosis, los gatitos de pecho plano y la pica. Cada uno de los problemas tratados aquí tiene sus propios retos que superar, pero afortunadamente la mayoría de los gatos burmeses con problemas de salud pueden vivir felices si reciben el tratamiento adecuado. La educación sobre las enfermedades a las que hay que estar atento es una parte importante de tu responsabilidad como dueño, pero no te dejes intimidar: la mayoría de las enfermedades aquí mencionadas sólo afectan a una pequeña fracción de los gatos burmeses.


Crédito de Imagen Principal: Ivanova N, Shutterstock

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