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¡Mi perro se comió una compresa! Esto es lo que debes hacer (veterinaria responde)

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By Nicole Cosgrove

sanitary pad

Las compresas higiénicas difieren en los materiales de su composición, pero la compresa genérica está hecha de rayón blanqueado, algodón, plásticos y adhesivos. La secreción menstrual es lo que hace que las compresas resulten atractivas para los perros. Es habitual que los perros hurguen en los cubos de basura de la cocina atraídos por los olores de los restos de comida. Del mismo modo, los perros se sienten atraídos por los residuos orgánicos (orina, heces o sangre) del interior de la papelera de un retrete.

Lo creas o no, se trata de un problema bastante común, tu perro no es el primero ni será el último perro de este planeta que ha ingerido una compresa.

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¿Qué ocurre si un perro se come una compresa?

1. Observa el comportamiento de tu perro

Por desgracia, una visita a tu clínica veterinaria es casi segura. Pero antes, observa atentamente a tu perro, evalúa si respira con normalidad y busca cualquier signo evidente como vómitos o arcadas, diarrea, falta de apetito, letargo o cualquier otro comportamiento anormal. Si el perro no respira con normalidad o si ves que intenta vomitar, pero no puede; o, por el contrario, vomita sin parar, saliva en exceso o tiene convulsiones, llévalo inmediatamente a la clínica veterinaria. Si el comportamiento de tu perro es normal, procede a investigar “la escena del crimen”.


2. Limpia la “escena del crimen”

Elimina cualquier resto de basura y asegúrate de que tu perro no vuelve a tener acceso a ella. Esto te permitirá tener una evaluación más detallada del incidente. Toma nota de todos los detalles posibles, como si tu perro se comió una compresa entera o parte de una; y con suerte, nunca dos o más. Asegurarnos de tener la información lo más detallada posible aumentará las posibilidades de una resolución satisfactoria.

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Foto por: O_Lypa, Shutterstock

3. Anota toda la información relevante

Esto debe incluir:

  • ¿A qué hora se comió el perro la compresa? Ten en cuenta que, las probabilidades de dar a este problema una solución más fácil, barata y menos arriesgada son mayores si los objetos extraños, como la compresa en este caso, se retiran cuanto antes.
  • Especificaciones del producto: Hay una gran variedad de tamaños y composiciones de compresas en el mercado; algunas nocturnas son 2 veces más grandes que una normal y también pueden contener una mayor cantidad de polímeros absorbentes. Si tienes un prospecto de instrucciones con las medidas exactas y los ingredientes químicos, llévalo contigo al veterinario; ¡le proporcionará información muy valiosa!

4. Compara el tamaño de tu perro con el tamaño de la compresa ingerida

Una de las mayores preocupaciones de las compresas ingeridas es que los polímeros absorbentes se humedezcan con los jugos gástricos y se expandan dentro del estómago de tu perro tras la ingestión. Por este motivo, existe el riesgo potencial de que una compresa se quede atascada en el esófago de tu perro al intentar vomitar.

ADVERTENCIA No se recomienda inducir el vómito sin la supervisión de un veterinario. Si tu perro es de raza grande y se ha comido una compresa pequeña, lo más probable es que vomite sin problemas; sin embargo, el mismo producto podría ser muy peligroso para un perro toy.

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Foto por: invisible invisible, Shutterstock

5. Mantén la calma y ponte en contacto con tu veterinario

Sigue observando a tu perro de camino a la clínica.

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¿Estará bien mi perro después de comerse una compresa?

Debido a la gran variedad de tamaños y composición de las compresas, y a la diversidad de tamaños de los perros, nuestra manera de afrontar este incidente será diversa y específica para cada caso. Aunque hay varios informes de perros de razas grandes que vomitan o expulsan las compresas de forma natural en sus heces, no merece la pena correr el riesgo.

Otro peligro potencial de la ingestión de una compresa es que los productos químicos pueden ser tóxicos para tu perro. Se recomienda llamar al veterinario y proporcionarle toda la información pertinente, seguir claramente las instrucciones y llevar a tu perro a consulta.

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Foto por: UfaBizPhoto, Shutterstock

Peligros potenciales al ingerir una compresa

La mayoría de los materiales que forman las compresas no son digeribles y, si este material llega a los intestinos, existe un riesgo real de obstrucción o bloqueo intestinal, infección por acumulación bacteriana anormal, necrosis intestinal, perforación intestinal que provoque peritonitis (una infección abdominal muy peligrosa) u otras complicaciones. Aunque tu perro parezca normal hoy, puede cambiar en los días siguientes. Por este motivo, se recomienda encarecidamente acudir al veterinario lo antes posible, aunque el perro parezca estar bien.

Para algunas personas, este incidente puede considerarse un poco tabú; como hemos explicado antes, la ingestión de una compresa es bastante frecuente en los perros, así que lo más probable es que tu veterinario haya tratado un caso similar en el pasado. Por favor, deja a un lado la timidez y considera que tu sinceridad es muy importante al hablar con tu veterinario y le facilites toda la información que hayas reunido para ayudarle a tratar a tu perro como corresponde. ¡Tanto tu perro como tu veterinario agradecerán cada detalle que puedas proporcionarles!

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Una vez en la clínica veterinaria: diagnóstico, tratamiento y procedimientos

Diagnóstico

Tu veterinario evaluará el caso concreto. Si la compresa era pequeña en comparación con el tamaño del perro, y el incidente ocurrió hace menos de tres o cuatro horas, la solución podría ser tan sencilla como administrar a tu perro una inyección que le haga vomitar la compresa.

Si la compresa es más grande y el perro es de tamaño mediano o pequeño, lo más probable es que el veterinario tenga que utilizar algún tipo de diagnóstico por imagen de la zona abdominal para evaluar el tamaño y la ubicación. Esto implica radiografías y/o ecografías abdominales. Las compresas no siempre son fáciles de ver con radiografías o ecografías, pero un patrón anormal podría dar al veterinario una pista sobre la localización del cuerpo extraño.

Basándose en la información que le proporciones, la evaluación del paciente y la observación de un patrón anormal, el veterinario decidirá si es seguro inducir el vómito con una inyección o si necesita realizar una gastroscopia. Durante una gastroscopia, el veterinario utiliza una máquina especial que parece un gran tubo flexible equipado con una pequeña cámara. El veterinario podrá ver claramente y eliminar cualquier contenido en el esófago o el estómago del perro con el uso de herramientas especializadas junto al gastroscopio.

Tratamiento y procedimientos

  • Gastroscopia

La gastroscopia se efectúa bajo anestesia general. La sonda se introduce por la boca del perro, pasando por el esófago hasta llegar al estómago. Aunque la gastroscopia se considera un procedimiento médico invasivo, tiene la ventaja de ser seguro y rápido. Durante una gastroscopia no se hace ninguna incisión, por lo que el tiempo de recuperación es más corto y menos complicado que en el caso de la cirugía.

Perro blanco de pelo corto tumbado sobre la mesa de un veterinario
foto por: Jaromir Chalabala, Shutterstock
  • Radiografía de contraste

Tras realizar las radiografías o la ecografía, tu veterinario puede descubrir que la compresa ya haya llegado a los intestinos. Es posible que tu veterinario quiera hacer una radiografía con contraste. En este caso, a tu perro se le administrará un medio de contraste; como el sulfato de bario, por vía oral. De esta manera, evaluará cómo avanza el medio de contraste por el tracto intestinal y efectuará una serie de radiografías abdominales para evaluar la motilidad intestinal y descartar cualquier posible obstrucción del intestino.

  • Otras opciones

Basándose en la información registrada, si no hay signos de obstrucción intestinal, tu veterinario podría decidir administrar a tu perro aceite mineral por vía oral para ayudar a la compresa a abrirse camino por el tracto intestinal. El aceite mineral actúa como lubricante, ayudando a la compresa a pasar a través de los intestinos. También puede decidir dar carbón activo para ayudar a absorber las toxinas de los productos químicos de la compresa.

Si el veterinario ve que la compresa se mueve y no hay signos de complicaciones, puede enviar a tu perro de vuelta a casa y pedirte que estés atento a las heces hasta que la compresa se expulse. En este momento, es crucial que vigiles de cerca el comportamiento, el apetito y los niveles de energía de tu perro.

Acude inmediatamente al veterinario si tu perro no defeca con normalidad o si observas alguno de los siguientes síntomas:
  • Letargo
  • Falta de apetito
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Abdomen hinchado
  • Fiebre

Otros signos con los que hay que tener cuidado son la vocalización incómoda, intentar morder o alejarse cuando tocas la zona abdominal. Además de esto, algunos perros adoptarán una postura extendiendo ambas patas delanteras al sentarse.

Labrador de pelo corto tumbado y siendo atendido por un veterinario
foto por: Ruth Black, Shutterstock

¿Mi perro tendrá que pasar la noche en la clínica?

Es posible que tu perro tenga que pasar un día en la clínica para recibir sueros intravenosos, medicamentos para el control del dolor y ser vigilado estrechamente mientras espera a que la compresa se expulse con las heces. Puede que el veterinario también pida hacer radiografías o ecografías de seguimiento y recoger una muestra de sangre para asegurarse de que todo es normal. Es posible que el veterinario mantenga a tu perro en observación hasta que la compresa haya sido expulsada con las heces.

Por otra parte, si los estudios de seguimiento muestran algún signo de inflamación, obstrucción, infección u otros riesgos, será necesario realizar una intervención quirúrgica. La cirugía para extraer la compresa del intestino del perro se realiza bajo anestesia general. Esta cirugía es bastante frecuente en perros, pero, como cualquier otra cirugía de abdomen abierto, conlleva un mayor riesgo y unos cuidados postoperatorios más complejos. Si el intestino está dañado, es posible que el veterinario tenga que extirpar una parte del intestino del perro.

El tiempo importa…

Como ves, la ingestión de una compresa por el perro puede tener fácil solución o complicarse mucho. Lo único que hay que tener en cuenta es que, al retrasar la visita al veterinario con la esperanza de que el perro vomite o se desmaye, la probabilidad de que aparezcan complicaciones aumentará considerablemente. Cuanto más tiempo pase entre la ingestión y la consulta, mayores serán los riesgos debido a la anatomía y fisiología naturales del tracto gastrointestinal. Esperar más tiempo también aumenta las posibilidades de que la factura médica aumente exponencialmente, ya que entrarán en juego más estudios, procedimientos y medicamentos. Si descubres que tu perro se ha comido una compresa, mantén la calma, reúne la información y acude al veterinario lo antes posible.

Perro pequeño de pelo corto crema y blanco siendo tratado por un veterinario
foto por: Nestor Rizhniak, Shutterstock

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Conclusión

Los perros se sienten instintivamente atraídos por la deliciosa mezcla de olores exóticos que expulsa tu basura. Una de las mejores prácticas cuando se tiene un perro en casa es tener cubos de basura seguros para las mascotas. Estos cubos tienen tapas pesadas o cubiertas que impiden que tu perro tenga acceso a la basura. Los perros son carroñeros por naturaleza. Si tu perro tiene un largo historial de investigar basuras, sería prudente invertir en cubos a prueba de mascotas para evitar facturas de urgencias veterinarias.

Mantener los cubos de basura de la cocina dentro de los armarios y adquirir el hábito de cerrar las puertas de los aseos impedirá aún más que tu perro acceda a la basura. Siempre es mejor prevenir que lamentar. Mantén a tu perro a salvo, comprende sus instintos y trabaja con ellos para evitar cualquier incidente de ingestión de basura en el futuro.


Crédito de Imagen Principal: jiangdi, Shutterstock

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