¿Los gatos pueden sufrir quemaduras solares? Riesgos y precauciones (avalado por veterinarios)

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Por lo general, relacionamos las quemaduras solares con exceso de tiempo en la playa o trabajar en el jardín en un día caluroso sin aplicar protector solar. Todos hemos padecido ese enrojecimiento doloroso y caliente que provoca descamación y tarda días en desaparecer. ¿Alguna vez te has preguntado si los rayos UV afectan también a los gatos? Déjanos explicarte.
¿Los gatos sufren quemaduras solares?
Los seres humanos conocemos bien las consecuencias de la exposición solar y cómo protegernos de las dolorosas quemaduras que conlleva. Los gatos, al igual que nosotros, también son susceptibles a las quemaduras solares. Algunos más que otros, llegando a padecer efectos graves. La exposición reiterada y prolongada puede causar daños en la piel e incluso cáncer. Por eso, es fundamental protegerlos de los perjudiciales rayos solares.
¿Qué gatos tienen mayor riesgo?
A pesar de que todos los gatos pueden sufrir quemaduras solares, algunos presentan mayor riesgo que otros. La genética y otros factores influyen en gran medida. Los gatos que viven al aire libre enfrentan más riesgo, ya que están expuestos constantemente al sol; mientras que los que permanecen en interiores pueden sufrir daños al exponerse al sol cerca de las ventanas.
Los gatos con orejas blancas, nariz rosada y pelaje blanco resultan más vulnerables. Los que padecen vitíligo también son propensos a las quemaduras, dado que su pelaje se vuelve más blanco conforme envejecen. Por otro lado, los gatos sin pelo (como el esfinge), los que han sido afeitados o aquellos con poco pelo, también enfrentan una vulnerabilidad considerable.
¿Cómo protegerlos?
En los gatos, las quemaduras solares se manifiestan como pérdida de pelo o enrojecimiento de la piel. Las áreas más afectadas suelen ser las orejas, la nariz, el vientre y la piel alrededor de los ojos y la boca. Cualquier parte del cuerpo con pigmentación escasa y pelo fino será más propensa a quemarse. A continuación, te ofrecemos los mejores consejos y estrategias para reducir el riesgo:
Consejos para reducir los riesgos de quemaduras solares
- Evita que tu gato salga al exterior, ya que no solo incrementa la exposición solar, sino que también implica otros riesgos. En ciertos lugares, es ilegal permitirles vagar libremente.
- Si dejas que salga al patio, procura que sea cuando haya menos sol. Se aconseja instalar protectores contra los rayos UV y ofrecer suficiente sombra.
- Utiliza persianas, cortinas opacas y/o láminas que bloqueen los rayos solares.
- Si tu gato tiene poco pelo, es lampiño o gran parte de su cuerpo está afeitado, considera la posibilidad de vestirlo con ropa protectora.
- Aplícale protector solar especial para mascotas en áreas donde no pueda lamerse y tengan poco pelo (como las orejas).
¿Qué sucede con los protectores solares?
Existen protectores solares diseñados específicamente para mascotas. Si decides utilizarlos, consulta primero con el veterinario y aplícalos solo en áreas que tu gato no pueda alcanzar, excepto alrededor de los ojos. No utilices protectores solares para humanos en tu mascota.
Se recomienda vestir a los gatos para cubrir áreas donde predomina la piel, como el vientre. Dado que en muchos países el protector solar para mascotas no está regulado por ley, la mejor manera de protegerlos del sol es evitando la exposición directa. A diferencia de los seres humanos, los gatos no necesitan la luz solar para producir vitamina D.
Riesgos
La exposición prolongada al sol puede causar cambios a nivel celular y provocar enfermedades cutáneas progresivas, como la alergia al sol, que puede derivar en tumores malignos llamados carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer de piel.
Alergia al sol
La alergia al sol es una enfermedad de la piel que resulta de la exposición prolongada al sol. En los gatos, afecta las orejas, la nariz y los párpados. Al principio, puede haber cierta pérdida de pelo y la piel se ve rosada y un poco costrosa.
A medida que la enfermedad avanza, aparecen lesiones y úlceras dolorosas e irritantes, lo que provoca que el gato se rasque o se acicale en exceso. Consulta con el veterinario lo antes posible si crees que tu gato padece esta enfermedad.
Cáncer de piel
Carcinoma de células escamosas
El carcinoma de células escamosas es un tipo de cáncer provocado por el daño solar. Si la alergia al sol no se trata, puede terminar causando este cáncer. Se puede tratar y controlar de diversas formas. Los tratamientos incluyen cremas tópicas, terapia láser, crioterapia (congelación), quimioterapia o radioterapia.
Dado que este cáncer puede propagarse fácilmente a otras partes del cuerpo, asegúrate de llevar a tu gato a controles veterinarios de forma rutinaria, ya que un diagnóstico temprano brinda más opciones de tratamiento y un mejor pronóstico.
Angiosarcoma
Los angiosarcomas son tumores de tejidos blandos con mayor probabilidad de crecer rápidamente y extenderse a otras áreas. Por lo general, aparecen en las patas y el tronco, y algunas formas de este cáncer se asocian con la exposición prolongada al sol, especialmente en gatos de pelaje blanco.
Conclusión
Al igual que nosotros, los gatos pueden sufrir quemaduras solares. La exposición excesiva al sol puede ser un factor de riesgo para varias enfermedades cutáneas y cánceres. Lo mejor es reducir dicha exposición para prevenir problemas de salud. Además, puedes tomar medidas adicionales para minimizar el riesgo de quemaduras solares en tu gato.
Destacado foto por: AleksaKras, Pixabay