¡Mi perro comió cebolla! Esto es lo que debes hacer (veterinario responde)
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La cebolla puede hacerte llorar, pero ¿sabías que puede poner en riesgo la vida de los perros y los gatos? De hecho, todos los miembros de la familia de los “alliums” (ajo, cebolla, cebollín y puerros) son peligrosos, pero la cebolla es la peor. En contraste con los seres humanos, y debido a diferencias en el metabolismo, los perros son una de las criaturas más vulnerables a la cebolla de todo el reino animal. En este artículo explicaremos las razones y veremos cómo lidiar con este problema.
Qué hacer si tu perro come cebolla
1. Evita que coma más
Debes evitar que tu perro coma más cebolla o algún producto a base de cebolla. Es importante limitar la cantidad que tu perro pueda ingerir tanto como puedas. Recoge cualquier resto que pueda haber en el suelo o en otras superficies, y encierra a tu perro mientras lo haces. Si tu perro ha ingerido algún alimento procesado que contenga cebolla, es mejor asegurarse de que no haya otros a su alcance.
2. Reúne toda la información posible
Deberás averiguar cuánta cebolla ha comido y tomar nota de la hora. Es muy importante tratar de determinar lo mejor posible cuánta cebolla ha comido tu perro para que el veterinario pueda calcular la posible toxicidad según su peso corporal. También es útil intentar determinar cuándo ocurrió el incidente, ya que esta información le servirá al veterinario para planificar un tratamiento adecuado.
3. Llama al veterinario
En todos los casos, es fundamental hablar con un veterinario. ¡Al menos una simple llamada telefónica para evaluar la situación! Comparte toda la información que tengas con el veterinario para que este pueda determinar un plan de acción. Si tu veterinario de cabecera no está disponible, lleva a tu perro a emergencias veterinarias; cualquier veterinario disponible podrá ayudarte.
4. Sigue las instrucciones del veterinario
El veterinario podría recomendar llevar al perro a la clínica para que lo examinen. Mientras antes lo hagas, mayores serán las posibilidades de éxito. Si la cantidad ingerida no es tóxica, el veterinario puede hacerle seguimiento en casa, pero lo mejor es consultar primero por si acaso.
5. No lo atiendas tú mismo
Es muy importante que no intentes tratar el problema tú mismo. El remedio puede ser peor que la enfermedad. Muchos remedios caseros no tienen sustento científico, o incluso son peligrosos. Cualquier demora por el uso de remedios inapropiados o inefectivos puede hacer que un problema tratable se complique hasta ser demasiado tarde para buscar ayuda profesional.
¿Por qué los perros no pueden comer cebolla?
Las cebollas contienen compuestos organosulfurados que afectan los procesos celulares del cuerpo a través del estrés oxidativo; efecto contrario al de los famosos productos “antioxidantes”.
Los perros y los gatos son extremadamente sensibles a estos compuestos. Los glóbulos rojos son los que reciben la mayor parte del daño, llegando a trabajar de forma menos eficiente, o incluso llegando a morir. Esto produce cambios evidentes en la apariencia de los glóbulos rojos, cambios que se pueden apreciar bajo el microscopio, como veremos más adelante.
Este daño en los glóbulos rojos puede afectar al hígado y los riñones. Otros compuestos presentes en la cebolla pueden afectar también las paredes intestinales, lo que puede causar dolor y diarrea.
¿Qué cantidad puede ser letal para un perro?
No existen dos perros iguales, por lo que esto varía en cada caso. Como regla general, aproximadamente 5 gramos de cebolla por kilogramo de peso corporal (o menos de 500 g de cebolla por cada 4.5 kg de peso corporal) se considera letal. Algunos perros pueden ser un poco más resistentes, pero lo mejor es dar por sentado que cualquier cantidad de cebolla representa un riesgo.
En general, si un perro come cebolla en una cantidad mayor al 0.5 % de su peso, habrá intoxicación si no recibe tratamiento. Pongamos un ejemplo concreto. Si un labrador de 30 kg come 150 g de cebolla (una cebolla mediana) estará en riesgo de intoxicación.
Recuerda que cualquier parte de la planta de la cebolla puede ser tóxica, y esto también aplica para la cebolla cocinada (como los aros de cebolla). Los efectos también son acumulativos, por lo que la ingesta de pequeñas cantidades distribuidas en el tiempo también resultará tóxica. Ten cuidado con la cebolla en polvo, ya que es un producto muy común en la cocina.
Preguntas Frecuentes
¿Cuánto tiempo tarda en enfermarse?
Normalmente, los síntomas se manifiestan de 1 a 3 días después de haber comido la cebolla. Suelen empezar con vómitos, diarrea, dolor estomacal, letargia y pérdida de apetito. A esto le sigue el daño y la posterior muerte de los glóbulos rojos.
Tener un conteo bajo de glóbulos rojos en la sangre se denomina anemia. Dos claros síntomas de anemia son debilidad y encías palidecidas. El torrente sanguíneo ya no podrá llevar oxígeno de forma efectiva a los tejidos, por lo que es posible que el perro empiece a respirar desesperadamente para compensar. Además, su ritmo cardíaco aumentará considerablemente.
También es posible que la orina se torne marrón oscura o roja, lo cual es un signo de que el cuerpo se está deshaciendo de esos glóbulos rojos dañados o muertos.
La anemia y los glóbulos rojos muertos pueden dañar el hígado y los riñones y, desafortunadamente, en algunos casos esto puede provocar la muerte. ¡Pero no entres en pánico! La intoxicación por cebolla se puede tratar siempre y cuando busques ayuda a tiempo.
¿Se puede tratar la intoxicación por cebolla en los perros?
Si te das cuenta de que tu perro ha comido cebolla o cualquier producto que contenga cebolla, dentro de las primeras 4 horas, el veterinario podrá solucionarlo administrando una inyección para inducir el vómito y eliminar la mayor parte de las toxinas antes de que el cuerpo pueda absorberlas. A veces, el veterinario puede recetar algo para proteger el aparato digestivo de cualquier toxina residual. Carbón activado, por ejemplo. En este escenario los resultados suelen ser excelentes.
Si han pasado más de 4 horas, lo mejor será comenzar terapia de apoyo, ya que lo más probable es que la mayor parte de las toxinas ya hayan sido absorbidas. En este caso, tu veterinario y tú deberán buscar los síntomas que mencionamos anteriormente.
El veterinario también puede realizar análisis de sangre en busca de glóbulos rojos dañados y posible daño en el hígado y los riñones. El microscopio es capaz de revelar los glóbulos rojos dañados en forma de pequeñas masas llamadas cuerpos de Heinz que se ubican en la parte externa de los mismos.
¿La cebolla puede matar a un perro?
Si sospechas o tienes la certeza de que tu perro se ha intoxicado con cebolla, es fundamental actuar rápido y hacer un tratamiento lo antes posible. Esto implica hospitalizar al perro y administrarle fluidos por vía intravenosa para reducir el efecto de las toxinas y asegurar que el cuerpo permanezca hidratado. No existe un antídoto específico, pero se puede contrarrestar con alivio del dolor, medicamentos contra las náuseas y estimulantes del apetito.
El tratamiento complementario ayudará a tu mascota a recuperarse mientras su cuerpo elimina las toxinas y reemplaza los glóbulos rojos dañados. En casos severos en los que se han perdido demasiados glóbulos rojos puede ser necesario hacer una transfusión de sangre y administrar oxígeno, aunque esto es poco común. A pesar de que un perro puede morir intoxicado con cebolla, es algo muy raro siempre y cuando reciba tratamiento.
Conclusión
Los perros y los gatos son muy vulnerables a la intoxicación por cebolla, que podría llegar a ser letal. Sin embargo, es posible manejar la situación siempre y cuando te des cuenta a tiempo y busques ayuda profesional de inmediato. En la mayoría de los casos lo más probable es que el animal se recupere satisfactoriamente. Y no te preocupes, existen muchos otros vegetales totalmente seguros y saludables que puedes incluir en la dieta de tu perro, como la zanahoria, el pepino y el brócoli.
Crédito de Imagen Principal: Olimpik,Shutterstock
