¡Mi perro se comió un tampón! ¿Qué hago? Consejos veterinarios

¿Por qué un perro se comería un tampón? A los perros les encanta comer cosas extrañas porque es su forma de interactuar con objetos nuevos. Por desgracia, esto supone que a veces pueden tragarse artículos de higiene femenina, que son blandos y novedosos para ellos. Que no te dé asco, pero si son productos “usados” les resultan aún más intrigantes. Da igual si están sucios o limpios, ambos representan un peligro para los perros.

En este artículo te contamos qué ocurre si tu perro se traga uno y cómo abordar la situación.

 

¿Estará bien mi perro?

Los tampones están diseñados para permanecer en el cuerpo durante un tiempo prolongado y suelen estar hechos de algodón o plástico. Los aplicadores pueden ser de plástico o cartón. Es decir, el intestino no puede digerir ninguno de estos materiales. Así como entraron, tienen que salir (y en las mismas condiciones). Los tampones sin utilizar resultan peores, ya que se expanden en el estómago, volviéndose más grandes y difíciles de expulsar.

Si tu perro ingiere un tampón, este puede raspar el revestimiento intestinal, causando dolor y diarrea con sangre. También puede atascarse en ciertas áreas, lo que se conoce como obstrucción intestinal, una condición que podría ser mortal.

¿Cuánto tarda en expulsarlo?

Las obstrucciones intestinales suelen provocar vómitos, pérdida de apetito, dolor y diarrea entre 24 y 72 horas después de la ingesta. Los perros se deshidratan rápidamente y son incapaces de retener comida o agua. Debido a que los tampones son tan absorbentes, pueden resecar la pared intestinal y dañarla. Esto puede hacer que la pared se estire demasiado debido a la obstrucción causada por el tampón, llegando a morir o incluso a reventar y derramar el contenido del intestino, lo que llevaría a peritonitis, una infección que puede volverse rápidamente fatal.

¿Puede expulsar objetos extraños?

Si tienes suerte, tu perro podría vomitarlo o expulsarlo con éxito en un período de dos a cinco días; sin embargo, pueden surgir complicaciones. La suerte depende del tamaño, tipo y número de tampones o aplicadores (así como del tamaño del perro), pero nada está grabado en piedra.

En general, los tampones sin usar son más pequeños, pero pueden expandirse mucho en el interior; mientras que los usados no se hinchan tanto.

¿Qué hacer?

Aunque es una situación peligrosa, no te alarmes. Existen diversas maneras de intervenir y evitar que empeore. Es fundamental acudir a tu veterinario lo antes posible para recibir asesoramiento y soluciones. Cuanto más tiempo esperes, más graves serán las consecuencias.

Mi perro se tragó un tampón. ¿Qué hago?

¿Cómo le induzco el vómito?

Si han pasado menos de cuatro horas desde la ingesta, el veterinario podría administrarle una inyección para inducir el vómito y eliminar el objeto del estómago. Esto evitará que pase al intestino y cause problemas más graves.

Existen historias sobre la inducción del vómito en casa utilizando agua oxigenada, sal y mantequilla. Sin embargo, estos remedios caseros no son confiables y pueden ser extremadamente peligrosos para tu perro, empeorando su estado de salud. La inyección veterinaria es la opción más segura y eficaz. Nunca induzcas el vómito en casa a menos que el veterinario considere que vale la pena asumir el riesgo.

¿Qué tratamiento necesita?

Cuando han pasado más de cuatro horas, inducir el vómito deja de ser una opción. El veterinario puede aconsejar monitorear la situación, considerando el tamaño de tu perro, el tamaño del tampón y los síntomas que presente. Esta decisión debe ser tomada únicamente por un veterinario. Si te sugiere dejar el tampón en su lugar, no dudes en discutir los riesgos con él, ya que conoce el tema. ¡Es posible que tu perro necesite ayuda en el otro extremo! Si el veterinario está preocupado por una posible obstrucción o si tu perro muestra otros síntomas (especialmente vómitos y dolor), es probable que sea necesario investigar más a fondo.

El siguiente paso lógico es obtener imágenes del interior del intestino para buscar el objeto extraño o sus efectos, como la obstrucción intestinal. Esto se puede realizar mediante radiografías, que ofrecen una vista general del abdomen y muestran patrones sospechosos. Sin embargo, a veces la interpretación de estas imágenes puede ser complicada (especialmente en las primeras etapas de una obstrucción), ya que los tampones y otros objetos no siempre son visibles en las radiografías. También se puede realizar una ecografía, la cual proporciona una imagen más pequeña pero más precisa. Los tampones son visibles en las ecografías, aunque pueden ser más difíciles de localizar.

Posteriormente, se decide cómo manejar la situación, por ejemplo, administrando líquidos intravenosos, medicación contra las náuseas y analgésicos. En caso de obstrucción, será necesario extraer el tampón mediante una intervención quirúrgica de urgencia. Es crucial actuar rápidamente antes de que el intestino pierda flujo sanguíneo, se desgarre o sufra necrosis.

¿Qué ocurre durante la cirugía?

En primer lugar, el veterinario administrará anestesia general a tu perro. Después, efectuará una incisión en el abdomen y localizará el tampón. A continuación, hará un corte sobre el tampón, lo extraerá y suturará el intestino. Luego, examinará el área para detectar cualquier otro daño u obstrucción; en ocasiones, encuentran otro tampón o incluso objetos que no sabías que tu perro había ingerido. Si el intestino está muy dañado debido al estiramiento o desgarro, podría ser necesario extirpar partes del mismo.

La mayoría de los perros que se someten a una cirugía de extracción sencilla pueden regresar a casa en uno o dos días y retomar sus actividades habituales en una o dos semanas. Si el cirujano tuvo que extirpar parte del intestino debido a una obstrucción grave, el riesgo es mayor y la recuperación será más difícil, aunque la mayoría de los perros no presenta problemas.

No obstante, en algunos casos, el perro podría fallecer a pesar de la intervención quirúrgica. Por eso es fundamental visitar al veterinario tan pronto como sospeches que hay un problema: cuanto más dañado esté el intestino, más compleja será la operación y mayores serán los riesgos. Además, será más costosa que una cirugía sencilla.

En Conclusión

Los perros pueden verse tentados a comer objetos extraños, como tampones, y si no se atienden a tiempo, pueden enfrentar complicaciones potencialmente mortales. Es crucial acudir a un profesional lo antes posible para garantizar el mejor resultado para tu perro, tu veterinario y tu bolsillo.

---

Crédito de Imagen Principal: Stas Malyarevsky, Shutterstock